El País ha publicado esta mañana en grandes titulares un fuerte varapalo a los nuevos canales de TDT que comenzaron a operar en mayo del año pasado. El diario de Prisa y de Juan Luis Cebrián (aunque él diga que no tiene ninguna injerencia en la línea editorial ni los contenidos del periódico) publica que los cinco canales (Be Mad, Atreseries, TEN, DKISS y Real Madrid TV) apenas alcanzan el 2% de share.
No es una noticia nueva. De hecho, en prnoticias (y otros medios del sector) se han publicado muchas veces reportajes y análisis respecto de las malas audiencias de las cadenas de TDT que a finales de 2015 recibieron una licencia para operar en abierto. De hecho, los datos que publica El País se refieren a la media del año pasado, una cifra que ya han publicado hace treinta días los portales especializados.
El País tampoco se refiere a una efeméride concreta –el primer aniversario de estos canales se conmemora en mayo- ni tampoco parece coger una percha de actualidad para el reportaje. Es más, el artículo pasa de puntillas por la situación de audiencias de 13TV (que también recibió licencia), pero que logró en estas mismas fechas un 2,1% y de GOL, que ocupó el sitio del alquiler dejado por la televisión de los Obispos, y que actualmente promedia un 1,1% de share.
Es más, si el reportaje se hubiese publicado el miércoles (ya con datos actualizados del mes de enero) la cifra del 2% (en realidad el 2,1% si nos atenemos al cálculo que se incluye dentro del artículo y no en el del titular) podemos ver que estas mismas cinco de TDT cadenas sumarían un 2,9% de share, esto sin incluir a los citados GOL -con el 1,1%- y 13 TV con un 2%.
¿Qué motiva entonces a El País a publicar una noticia tan extemporánea? Probablemente la causa la encontremos en razones extradeportivas. Debemos recordar que el Grupo Prisa fue junto a Vocento (otro de los que suelen criticar el reparto televisivo en su diario ABC) uno de los grandes perdedores del reparto de TDT de octubre de 2015. A pesar de haberse presentado fueron los únicos que se quedaron sin licencia, lo que abrió un cisma entre Juan Luis Cebrián y la propia Vicepresidenta de Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría.
Parece que un año y medio después Cebrián no ha olvidado la afrenta y ahora da un toque de atención a las cadenas y al Gobierno, poniendo en dudas los contenidos que se emiten en estas cadenas y las razones del Gobierno para elegir a los adjudicatarios. Quizás muchas de las reflexiones del artículo sean totalmente ciertas –exceso de factuals, chapuceros doblajes, nula pluralidad que aportan contenidos emitidos hasta la infinidad de veces y refritos de series y programas de hace una década- pero también es verdad que Prisa (dueño de El País) tuvo su oportunidad de hacer su propia televisión con Cuatro y fracasaron en el intento.
En 2005 sí que consiguieron una cadena de TDT (en realidad cuatro) y montaron un interesante modelo que les otorgó el prestigio de la crítica, audiencias regulares y un gran problema de rentabilidad. De hecho, cinco años después y estando al borde de la quiebra tuvieron que vender su negocio de televisión en abierto a Mediaset. Pese a ello Cebrián quería otra televisión en 2015… Cuanto menos sorprendente.
