RTVE ha confirmado el cumplimiento de sus presupuestos de 2016, con lo que evita el desequilibrio en sus cuentas por primera vez desde que en 2010 se retirase la publicidad de la cadena pública. Entre los recortes que han explicado estos resultados se encuentra el ajuste en todas sus partidas de gastos, en particular los gastos de personal que se han reducido en dos millones de euros “por primera vez en muchos años” hasta situarse en los 377 millones de euros.
El cumplimiento de su presupuesto ha sido la principal orden del día de la primera reunión del Consejo de Administración de RTVE del año. “Proseguimos por una senda de estabilización y consolidación de nuestras cuentas”, dijo el presidente José Antonio Sánchez al Consejo, afirmando que la actual situación financiera de RTVE “permite afrontar el futuro con mayor optimismo”. Lo cierto es que RTVE cumplió el equilibrio presupuestario al que se comprometió en agosto de 2015 a pesar de aumentar el gasto en programas y en un año con Juegos Olímpicos.
En noviembre del año pasado RTVE ya había adelantado que se alcanzaría el equilibrio, pero en esta oportunidad han dado más detalles respecto de la evolución de sus partidas. De esta manera, el gasto en programas fue de 341,5 millones de euros, incluida la cobertura de los Juegos Olímpicos de Río (55 millones de euros). Estamos hablando por tanto, de un incremento de dos millones de euros sobre lo previsto en los presupuestos.
Los gastos indirectos finalizaron con una reducción de 4,6 millones sobre lo presupuestado, descendiendo hasta los 184,2 millones de euros, “gracias al cumplimiento del Plan de Eficiencia y Sostenibilidad aprobado por la Corporación a finales de 2014″. Los gastos de personal se reducen en dos millones de euros sobre lo previsto, hasta los 377 millones de euros, “circunstancia que se observa por primera vez en varios años”, indicó la cadena. Las amortizaciones también cayeron un 8%.
Respecto de los ingresos, en octubre RTVE ya había confirmado que en 2016 se facturaron 22 millones menos de los 977,93 millones presupuestados. Esto se produjo por la reducción en 3,6 millones de euros de los ingresos comerciales, “como consecuencia de las limitaciones crecientes a la actividad comercial de RTVE”. Y por otro lado por la reducción de las aportaciones de los operadores de telecomunicaciones, que alcanzaron en torno a 108 millones de euros, unos 27 millones menos.
Pese a ello en RTVE destacaron que la compañía concluyó 2016 con una reducción del 46,5% de su deuda financiera, descendiendo así de los 86,2 millones de 2015 a los 46,1 millones de 2016. “Se trata del mejor cierre anual de tesorería de los últimos cuatro años, a excepción de 2014, ejercicio en el que los flujos de caja se vieron sustancialmente incrementados, tanto por la aportación de SEPI destinada a la recapitalización de la compañía, como por la venta de inmuebles”, indicaron.
RTVE ha salvado 2016, pero 2017 no está asegurado
El equilibrio presupuestario alcanzado en 2016 es el primero de RTVE desde que se aprobase la nueva Ley de financiación de 2010 que retiraba la publicidad de la cadena pública. Un periodo de seis años en que se ha acumulado un importante desequilibrio de 468 millones de euros. En 2010 se dejaron 47 millones, en 2011 perdieron 29 millones, unas cifras que se dispararon hasta los 113 millones en 2012 y 2013 y que cerraron 2014 con un desequilibrio de 134 millones. En 2015 las pérdidas se moderaron hasta los 34 millones de euros.
RTVE ha salvado 2016, pero 2017 no está ni mucho menos asegurado. En estos momentos, la Corporación no tiene presupuestos y según ha podido saber prnoticias lo más probable es que Moncloa prorrogue su asignación anual. En agosto de 2015 el Estado se comprometió a entregar una partida presupuestaria de 342,87 millones de euros en concepto de compensación por servicio público, 50 millones más que en 2015. Era la primera vez desde que Mariano Rajoy era inquilino de Moncloa que crecía esta asignación, tras varios cursos congelada. Ahora, todo queda en el aire mientras se sigue sin discutir en el Congreso la actualización del modelo de financiación de la cadena, algo vital para la viabilidad inmediata de la Corporación.
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