El Gobierno ha anunciado este pasado viernes su Plan de Comunicación y Publicidad 2017 en el que se incluyen las campañas de publicidad que los diferentes ministerios incluirán en medios este año. En juego 70,3 millones (un 43% más) de campañas institucionales y otros 135,8 millones más por campañas de carácter comercial (15,2% de crecimiento). Todo para unos medios agónicos que necesitan el dinero como agua de mayo.
Al revisar los datos por soporte sorprende que de las 92 campañas institucionales (las de 70,3 millones), la mitad se incluyan en prensa de papel incluso en situaciones tan rocambolescas como campañas para concienciar de la seguridad informática y la transformación digital. No obstante, el verdadero problema no éste, es la manera en que se distribuirán las 69 campañas destinadas a Internet.
Nadie duda que Internet es el soporte más masivo y el que lógicamente debe ser el más utilizado por el Ejecutivo. No obstante, en años anteriores Internet solo ha sido utilizado como un vehículo más para dar más dinero a los amigos de la prensa. El Mundo y El País se vanaglorian de ser los medios digitales con más visitas de España y por ello exigen una tajada proporcional de la publicidad institucional en Internet. Quizás los datos les avalen, pero solo a ellos, porque el resto de los diarios de AEDE ha perdido gran peso digital y son contados con los dedos de una mano los que aún permanecen en el TOP TEN de diarios digitales más leídos de España.
Es el momento de que todos los medios de Internet exijan una tajada proporcional del pastel, en especial los nativos que año tras año ven como se quedan fuera, no solo del reparto de Moncloa, sino que el de todas las administraciones, de cualquier color político. Es habitual que se ponderen con criterios sorprendentes a medios tradicionales, incluso en Internet donde pintan cada vez menos. Y eso debe cambiar.
