La semana pasada Unidad Editorial celebraba por todo lo alto el 30 aniversario de Expansión en el céntrico y madrileño Hotel Westin Palace. Una velada en que no se escatimó en gastos, con gran lujo y que estuvo presidida por los Reyes de España. Junto a ellos estuvo todo el equipo económico del Gobierno, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y un nutrido grupo de empresarios. El equipo de la editora estuvo liderado por el presidente de RCS Urbano Cairo y Antonio Fernández Galiano. Todos menos… la plantilla del rotativo.
Precisamente, la indignación de algunos de los miembros de la redacción comienza con este detalle. Solo Ana I. Pereda, directora de Expansión desde septiembre de 2010 más algún que otro directivo, fueron invitados a la gala. Pero ningún redactor de base de la cabecera. Los miembros del equipo molestos con esta medida indican que el diario no lo hace exclusivamente Pereda, ni Galiano, ni menos Urbano Cairo, por tanto no entienden este desprecio y esta falta de tacto con la plantilla.
De hecho, a muchos sorprendió que la gala se realizase a comienzos de febrero, mientras que la verdadera fecha de nacimiento del diario fue el 27 de mayo de 1986. La explicación que se les dio era que esta fecha era la única de la que disponían los Reyes y que por tanto todos los fastos debían adecuarse a esta situación. Pero las críticas no para ahí. La semana pasaba llegaba a todos los trabajadores de Unidad Editorial una carta recordando la serie de recortes y ajustes de gastos operativos que los trabajadores deben tener en cuenta.
En Expansión, al igual que en el resto de cabeceras, se conminó a hacer un uso razonable del teléfono móvil corporativo, de taxis, de comidas de trabajo y de los viajes. Siempre con el objetivo de rebajar costes utilizando estos servicios siempre que fuese absolutamente necesario. Una carta que no ha sentado nada bien, pero que además ha llegado la misma semana que Unidad Editorial realizaba una fiesta con gran lujo en uno de los hoteles más caros de Madrid.
Ana I. Pereda, señalada por la redacción de Expansión
Se piden ajustes y control de gastos, la misma semana en que Urbano Cairo, Galiano y Pereda participan en una gran fiesta para agasajar a los Reyes, a los ministros del Gobierno y a representantes del mundo empresarial y la vida social. De hecho, estas mismas críticas apuntan al equipo directivo de Expansión, que según parte de la redacción, tiene un tren de gastos que evidentemente no respeta la circular que el Grupo difundió la semana pasada.
Estas últimas críticas enlazan con la labor de Ana I. Pereda, directora del diario desde hace seis años. Parte de la redacción cree debe ponerse en marcha un recambio en la dirección, para dar nuevos aires a la cabecera y enfrentar este 2017 que no parece que vaya a ser de los mejores. La cabecera que nacía el 27 de mayo de 1986, ha visto como se han reducido a la mitad sus cifras de difusión en una década. En 2007, antes de que comenzara la crisis, el periódico tenía una difusión de 50.128 ejemplares según la OJD y hasta junio del año pasado acreditó 24.891 números. La caída en un año ha sido cercana al 9%.
La publicidad tampoco ha mejorado en la edición en papel de Expansión que ha caído cerca de un 10%, mientras que los ingresos digitales por esta vía han mejorado hasta un 14%. El problema es que la facturación por publicidad digital sigue siendo cercana al 29%, un dato bajo si lo comparamos con el resto de sus competidores, donde El Economista ingresa más por internet y Cinco Días está cerca del equilibrio. Con todo, Expansión, sigue siendo el líder en difusión y en facturación y además se mantiene como la única cabecera económica que todavía se puede considerar de pago.
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