Para muchos periodistas especializados en salud se ha convertido en una costumbre preguntar por la clave de la conexión wifi y por el hashtag del evento tan pronto como ponen su primer pie en una rueda de prensa. Y no solo debido a su afán por difundir en tiempo real algunos de los mensajes que comuniquen los ponentes de la mesa o para dar su opinión o impresiones sobre algunos de los aspectos que se comenten con respecto al tema sobre el que gire el programa. Los periodistas sanitarios también hacen uso de Twitter como fuente de información. Están pendientes de la aplicación para no perder el hilo de la actualidad mientras dura la jornada o la rueda de prensa.
Esta actitud del periodista debería ser aprovechada por las agencias o los departamentos de Comunicación como una excelente oportunidad para dar mayor repercusión y visibilidad -que la que pueda tener el artículo periodístico en sí- a las acciones llevadas a cabo para promocionar los productos o las iniciativas de un determinado cliente o compañía.
Sin embargo, en muchas ruedas de prensa ocurre completamente lo contrario. No hay hashtag y, a veces, ni siquiera enchufes para alimentar la batería del móvil o el portátil. Es más, cuando alguien pregunta por la clave de la wifi, los responsables de la organización del evento se miran horrorizados intentando descubrir si alguien ha tenido el detalle de pedirla al reservar la sala.
Desde prnoticias.com te proponemos una serie de consejos para que estos “despistes” no terminen por restar atractivo a tu rueda de prensa, sino que te permitan añadirle valor. Bien es sabido que, como en el amor, en las ruedas de prensa “quien da, recibe”.
1. Elegir un lugar donde haya cobertura y una conexión wifi que funcione correctamente. Convocar a los periodistas en un búnker puede permitirte evitar ruidos del exterior y propicia un ambiente más íntimo. Pero estos lugares asfixian al periodista 2.0, quien no podrá ni tan siquiera explotar sus propios datos móviles para tuitear aquello que considere importante. Igualmente es un error disponer disponer de una potente wifi si no se informa de ello a quienes puedan necesitarla. Del mismo modo, es contraproducente anunciar la existencia de wifi si no funciona como es debido.
2. Facilitar el hashtag del evento y colocarlo en un sitio visible de la sala. Se ha convertido en algo común que, nada más aterrizar en la rueda de prensa, el periodista haga dos preguntas: ‘¿Cuál es la clave de la wifi? ¿Tenéis hashtag?’. Si la primera suele estar contemplada en el plan de Comunicación, la segunda suele ser motivo de muchos sobresaltos.
3. Proporcionar las arrobas de los ponentes en los mismos soportes donde aparecen sus nombres y cargos. Un gran detalle para fomentar la inmediatez que busca el periodista es facilitar el nombre de usuario que utilizan los ponentes que tienen cuenta en Twitter, ya sea en los carteles que se colocan delante de los oradores o en los programas que se imprimen para tales eventos.
4. Comprobar la ubicación de los enchufes. Con las prisas de llegar a las ruedas de prensa en tiempo récord y con la mente puesta en no olvidar bolígrafos, cuaderno, cámara de foto y cargador para la batería del teléfono, rara es la vez que el periodista es previsor y sale a la calle con la batería de su Smartphone al 100%. Agradecerá enormemente tener enchufes cerca.
5. Evitar colocar a los ponentes a contraluz. Pocos periodistas sanitarios pueden presumir de tener virtudes para la fotografía; sin embargo, con una buena cámara, se pueden conseguir auténticos milagros. Los periodistas son conscientes de ello, pero a la hora de cargar con todos sus bártulos, suelen tener prioridades. La cámara de fotos no suele ser una de ellas. ¿Para qué, si el móvil tiene cámara? Craso error. A menudo pecan de tomar instantáneas con poca calidad, movidas, sin iluminación o justo cuando el ponente ha hecho una desafortunada mueca. Si encima cometemos el error de poner a los emisores de espaldas a una cristalera, el desastre está garantizado.
6. Tener perfiles de la agencia en redes sociales. A través de Twitter, los periodistas están empezando a hacer públicas sus percepciones personales sobre el entorno en el que se celebra una rueda de prensa. Salones con poca iluminación, hoteles cerca de Mordor o simplemente una madalena más dura de la cuenta acaparan parte del protagonismo del evento. La mejor estrategia para saber lo que se está diciendo de nosotros y apagar el fuego antes de que se extienda (o antes de que el cliente huela el humo) es tener presencia en esta popular red de microblogging.
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