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Factores en las escucha, de los que depende la calidad de relaciones:
•Tomar consciencia de la importancia de la escucha
•Entender el impacto de la escucha en la calidad de nuestras relaciones
•Explorar diferentes niveles de escucha
•Practicar la escucha empática y ver cómo incorporarla en nuestro día a día
Empezar tomando conciencia de que escuchar y oír no es lo mismo es el primer paso para mejorar la calidad de nuestra comunicación y de nuestras relaciones. Piensa en las personas con las que mantienes conversaciones en tu día a día: pareja, hijos, colaboradores, amigos… Cómo valoras tu escucha y la de ellos en esas conversaciones. ¿Identificas alguna pauta común? ¿Qué consecuencias tiene ese modelo de conversación en tus acciones, en tus resultados? ¿Cómo te hace sentir cuando hablas con alguien sobre algo importante para ti y esa personas sigue escribiendo en el ordenador o atendiendo al móvil?
¿Sabemos escuchar? ¿Escuchamos para entender o para poder contestar a lo que nos dijeron?
¿Nos sentimos escuchados? ¿Cómo impacta esto en nuestras relaciones? Saber escuchar es igual, o incluso más difícil, que saber hablar.
¡La mejor noticia es que podemos aprender a escuchar!
Cuando Escuchamos lo podemos hacer desde estos 5 estados: apatía, antipatía, simpatía, egopatía y empatía.
Normalmente las conversaciones son una sucesión de monólogos en las que nos dedicamos más a pensar qué vamos a decir o a adivinar lo que el otro va a decir antes de que lo diga.
Las personas a veces solamente necesitamos ser escuchadas y sentirnos comprendidas, no que nos solucionen los problemas. ¿Qué sería diferente si escucháramos más allá de lo que están diciendo?
Solo necesitas empezar a practicar:
-Escucha con atención, sinceridad y respeto
-Deja hablar, no interrumpas
-No des soluciones
-Haz preguntas, interésate por lo que cuenta…
Seguiremos informando…
