La semana pasada miles de trabajadores de la Corporación RTVE lanzaron una voz de alarma desesperada ante lo que consideran una muy mala gestión de la cadena de televisión pública. En sus demandas se sumaron problemas económicos, de estructura, de infrautilización de la plantilla y de sus instalaciones y de pérdida de credibilidad e independencia informativa.
No obstante, pocos repararon en que las responsabilidades esta vez se exigían al resto de partidos políticos (PSOE, Podemos y Ciudadanos) y no al PP. Ya todos sabemos que el PP lleva más de cinco años utilizando electoral y partidistamente a RTVE y también sabemos que la estructura económica y financiera de la Corporación es insostenible. Lo dicen los sindicatos, lo dice la plantilla, lo dice la propia Dirección y también lo dicen los técnicos de la SEPI.
La actual financiación de RTVE es inviable y solo hay dos soluciones: o se aumentan los ingresos (y se hacen fijos) o se hace un brutal recorte de gastos, ERE incluido. No hay medias tintas o segundas lecturas. Lo sabemos todos, menos los partidos políticos, que siguen dilatando la reforma estructural y política, de manera inexplicable. El PP no tiene intención de mover ficha. Tienen otras prioridades y prefieren mantener todo en el aire hasta despejar su compleja agenda legislativa. Una decisión hasta cierto punto cuestionable, pero que no deja de ser un movimiento por todos conocidos.
De esta manera, lo que es aún más grave es la actitud del resto de partidos políticos. Las respectivas representaciones de los trabajadores de RTVE les han pedido expresamente que se signifiquen. De hecho en plena campaña electoral tanto el PSOE, como Ciudadanos o Podemos firmaron alegremente manifiestos en apoyo de RTVE y el propio Ciudadanos acordó con PSOE y el PP abordar el tema de RTVE en los sucesivos documentos de investidura que certificaron.
Pero nada ha ocurrido. La semana pasada nuevamente las redes sociales de estos partidos políticos mostraban orgullosos fotos con los representantes de la plantilla de RTVE entregando las firmas que exigían un cambio. Todos nuevamente dieron un bonito like a las demandas, pero nuevamente se han quedado solo en eso, un like.
No es tan difícil que la Oposición haga algo. Basta que los tres partidos se pongan de acuerdo y fuercen al PP a realizar una reforma y a cambiar el sistema de elección del Presidente de RTVE. Lo prometieron en campaña, pero no han cumplido. Y es que al parecer es mucho más atractivo sacarse una foto en campaña, que te deja muy bien de cara a los periodistas, que efectivamente mover ficha cuando te toca legislar y fiscalizar en el Congreso.