Por Mayte González-Gil, directora general de Poweraxle
La sociedad de 2017 es muy diferente de la de principios de este siglo XXI, y mucho más de la de finales del siglo XX. Las nuevas tecnologías y sobre todo la democratización de internet han supuesto cambios profundos en nuestros comportamientos cotidianos. El acceso a la información de miles de páginas on line, la posibilidad de comprar desde nuestro móvil o la viralización de nuestras opiniones a través de las redes sociales, donde la inmediatez manda, han abierto todo una dimensión a la que ya no somos ajenos y que forman parte de nuestra cotidianidad sin casi habernos dado cuenta.
Y estos cambios afectan muy directamente a las marcas que necesitan contar con el apoyo no solo de los medios de comunicación para dar a conocer sus productos, como hacían no hace mucho tiempo, sino que son conscientes de que deben aprovechar las nuevas palancas y herramientas que favorecen el consumo: los influencers, las plataformas de compra, las webs con tiendas on-line, los foros de opinión y nuevas apps que simplifican el proceso de compra.
Este entorno complejo se ve además sobresaturado de mensajes, de empresas que quieren posicionarse como líderes de su sector, de reclamos y llamadas de atención multicanal que, en una sociedad cambiante, las marcas deben saber adaptarse rápidamente a las últimas tendencias.
Las agencias de comunicación han mostrado su valor como asesores de empresas y marcas contribuyendo a generar confianza, consolidando su reputación y ayudando a generar ventas. Ahora bien, los cambios señalados implican una orientación totalmente diferente en el planteamiento de las acciones de comunicación, su ejecución y la medición de resultados. Esto lleva como consecuencia inmediata la necesidad de profesionales con un perfil orientado a las nuevas demandas y entiendan cómo funciona este mundo actual, real y exigente.
Hoy un consultor debe saber cómo funciona la comunicación de contenidos, la gestión de influencers, el marketing en tiempo real, la estrategia en RRSS, etc. El objetivo es aportar a las empresas (clientes) una visión avanzada que les permita anticiparse y hacer frente en mejores condiciones a un entorno cada vez más competitivo, incierto y volátil. Y para ello, los profesionales de las agencias de comunicación deben contar con una formación multidisciplinar, orientada al terreno digital sin perder de vista las técnicas más tradicionales.
Hasta ahora, las agencias invertían tiempo y esfuerzo en formar a sus equipos pero hoy se exige al nuevo candidato que ya cuente con esta formación para poder afrontar con éxito un proceso de selección. De ahí que los cursos especializados en las nuevas tendencias de comunicación empiecen a ser un reclamo de los jóvenes profesionales.
La EIC (Escuela Internacional de Comunicación) es una de las opciones hoy más logradas. Su curso de posgrado PSCRP (Programa Superior en Consultoría de Comunicación y Relaciones Públicas), cubre todo el espectro de técnicas y herramientas metodológicas que un profesional del siglo XXI debe aportar a una agencia de comunicación. Un curso diseñado por profesionales de las mejores agencias de comunicación, eminentemente práctico, y donde los alumnos pueden vivir la realidad de una agencia desde el primer día de curso. Solo con una capacitación como la que ofrece el curso de la EIC, los nuevos consultores estarán en condiciones de integrarse en una agencia donde desarrollar su futuro profesional.
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