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La soberanía de datos en las empresas es un tema muy importante, puesto que si la herramienta es gratuita cabe preguntarse si entonces el producto es uno mismo.
La audiencia de nuestros sitios puede convertirse en el producto por el que a una empresa le puede interesar desarrollar una herramienta gratuita. Y aquí empieza el problema. ¿Por qué uno nos dan una herramienta gratis y otros no?
Hay dos grandes escenarios en las herramientas gratuitas que hay en el mercado:
– El escenario de los que buscan hacer publicidad y vender algo
– El escenario de los que buscan audiencia para colocar la publicidad
En el fondo, muchas empresas todavía no consideran que se han convertido en medios de comunicación. Si mi audiencia es el producto… ¿Quién la paga y quién la compra? Nosotros tenemos datos sobre nuestro público, su experiencia, incluso sobre los clientes y productos/servicios… en herramientas de analítica, de remarketing, etc… La potencia de esto es la información.
Tenemos mucha información en nuestras herramientas que a su vez se cruzan con otra información que tienen estas grandes compañías en sus sistemas para tener un nivel máximo de información. Información que puede ser utilizada en tu contra, incluso se puede en un futuro cercano convertir en competidor tuyo.
Hay un elemento interesante: se puede vender la audiencia a los competidores de forma indirecta, uno compra también por ella haciendo campañas de publicidad. Por lo que al final, el proveedor de publicidad tiene datos reales que le permite ir optimizando lo que uno ya está pagando. El gran componente de la soberanía de datos, que al final depende de los directivos de la empresa es precisamente uno de los activos más importantes del negocio: La información. Sus datos.
Es importante dar información, en qué condiciones, a quién, sobre qué tipo de audiencia. Sobre todo es información delicada toda aquella que atañe a nuestros clientes, a nuestra base fidelizada. Además, si no tenemos la soberanía de datos probablemente no podremos actuar sobre la información de la forma que realmente necesitamos. El punto importante es ser capaces de decidir qué parte de la información podemos compartir.