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¿Te has parado a pensar que tu cuerpo es un autentico laboratorio, un lugar donde investigar, crear, descubrir, analizar, resolver…?
Podemos experimentar con nuestro cuerpo, con la voz, con el silencio, los movimientos, los gestos, el baile, y con cualquier expresión artística resultante de nuestro ser corporal. Somos seres creados con la misma esencia y capacidad para crear, para diseñar nuestra propia vida y ello requiere de investigación dentro de nuestro propio cuerpo como si de un laboratorio se tratara.
El cuerpo está íntimamente ligado a las emociones, así nos sentimos, así nos movemos; por lo que podemos dar la vuelta a la tortilla y generar emociones positivas y saludables a partir de un cambio corporal, adoptando posturas y realizando actividades que nos lleven a un bienestar completo. No sólo desde el ejercicio físico, sino desde la creatividad, la libertad, usando nuestro cuerpo como una escultura y como un “producto” de laboratorio.
Es como realizar una performance, es decir, una muestra escénica improvisación y estética para que ocurra algo diferente en nosotros y en los que nos rodean. No se trata de actuar en el sentido de impostar, más bien es en el sentido de obrar.
Si pensamos en nuestro cuerpo como un espacio en construcción, transformación y constante evolución, seremos capaces de vivir “diferentes vidas” y experimentar con nuestro máximo potencial, crear jugando y jugar creando.
Pero, ¿Qué sucede cuando interactuamos con otros cuerpos? Se da la magia de la comunión, la común-unión, entre dos seres autónomos con la capacidad de relacionarse y producir nuevas ideas, creaciones y experimentos o experiencias.
El cuerpo es el reflejo de nuestro estado emocional, por ello es importante ser flexibles y no tener miedo a implementar los cambios necesarios hasta llegar a ser quienes realmente queremos ser; a estar donde queremos estar y a hacer lo que queremos hacer.
Os propongo un reto: Visualiza tu cuerpo como una escultura a la que puedes dar forma, volumen, color, olor, sentido. Da rienda suelta a tu imaginación y crea la persona que te gustaría ser, o mejor dicho: descubre la persona que eres, sal de la probeta y prueba a ser tú mismo, tú misma. Para ello puedes cerrar tus ojos, respirar profundo y empezar a imaginarte como nunca lo habías hecho, date el tiempo, el espacio y el permiso para obtener el resultado deseado.
Hoy contamos con Cesar Barco, artista plástico, músico y docente entre otras cosas, que nos ayudará a adentrarnos en este laboratorio de nuestro cuerpo.
Seguiremos informando…