El aumento salarial es para unos un reconocimiento, para otros una necesidad, pero en cualquier caso es una petición difícil de abordar. Subir el sueldo, sobre todo en tiempos de crisis, es una verdadera quimera para la mayoría de los profesionales españoles.
Es una realidad que para muchas personas las negociaciones más personales y desafiantes giran en torno al salario y desconocer la manera apropiada de desarrollarlo puede crear ansiedad, incomodidad o inseguridad. Algunos estudios sugieren que nos sentimos mucho más seguros cuando negociamos en nombre de otros.
No obstante, la confianza y la seguridad se pierden cuando lo hacemos sobre algo que nos importa personalmente. Salvador Sicart, Director de Hays Response España, reconoce que “una conversación con el jefe nunca es fácil de afrontar, especialmente si el tema es un aumento salarial. Las emociones, los nervios y la inseguridad pueden jugar malas pasadas. Por eso es tan importante prepararse bien”.
Conseguirlo no es fácil, pero tampoco imposible. Al menos para los expertos de Hays Response en España, consultora especializada en selección y Recursos Humanos, que han elaborado una lista de 10 consejos para aquellos profesionales que quieran pedir un aumento en la nómina:
Encontrar el momento adecuado para hablar con su jefe
Para hablar sobre un tema sensible, como es el salario, no se debe improvisar nunca. Es fundamental localizar el momento apropiado y preparar a conciencia el motivo por el cual se solicita el aumento, ya es lo primero que habrá que explicar. Es conveniente planificar y ordenar las demandas, de mayor a menor importancia, tratando en todo momento de ser preciso y cuidadoso. Pensar en una estrategia que mantenga viva la conversación cuando ésta se debilite también será de ayuda, sin caer por eso en un cuestionario cerrado.
A ser posible, se recomienda programar directamente una fecha y hora a corto plazo con nuestro responsable. Si percibes que se acerca un período particularmente estresante, mueve la reunión. Hablar de un aumento en momentos complicados no ayuda.
Pensar cómo justificar la solicitud y establecer la cantidad que se desee alcanzar
Antes de tratar la negociación es importante definir claramente las fortalezas, logros, grado de implicación y problemas resueltos. No se puede pedir un aumento si el nivel de trabajo o de responsabilidades no va a cambiar. Hay que demostrar a la empresa que el incremento de la inversión que hace en el empleado le sale a cuenta, por lo que hay que presentar casos concretos para demostrar que es un profesional que genera beneficio a la empresa, que es rentable.
Un buen ejercicio es pensar y escribir todas las razones y aportaciones que desea transmitir y, una vez tenga todo estructurado en la mente, ha llegado el momento de solicitar el aumento. Para decidir la subida que se va a pedir, es primordial saber cuánto más quiere ganar, ya que lo más probable es que su jefe se lo pregunte y, por esta razón, debe llevar bien estudiada la respuesta.
Evaluar las condiciones económicas de la empresa
Para entender mejor la situación de la empresa es fundamental preguntarse en qué circunstancias se encuentra. ¿Está en un buen momento financiero? ¿Tiene previsión de clientes o proyectos nuevos? ¿Existe una posibilidad cercana de crecimiento? Debe tener en cuenta la cultura de la empresa y eso significa conocer los procesos internos y las posibles vías de comunicación.
Si la empresa se enfrenta a dificultades tal vez no sea el momento adecuado para hacer demandas y, en ese caso, será mejor esperar a tiempos mejores. Si de lo contrario la situación es favorable, se debe empezar por investigar el sector y el contexto de la empresa, ya que comparar su empresa con otras similares proporciona una visión global de la profesión en relación al mercado.
Recopilar datos sobre posiciones similares
Además de investigar cuál es el comportamiento del sector, también debe indagar en prensa o revistas comerciales la situación del mercado de trabajo en España. El fin es conocer si su salario es igual o menor al del promedio nacional. Para poder desarrollar una negociación con éxito es importante conocer la empresa, su marcha económica, la política y la estructura salarial así como los datos sobre posiciones similares donde el nivel de responsabilidad sea parecido al propio. Si un profesional es capaz de detectar a tiempo las diferentes oportunidades de crecimiento y rendimiento que presenta la empresa, resultará más sencillo anticiparse y negociar.
Cuidar la apariencia y la actitud
Cuando hablamos de apariencia nos referimos a la imagen que se proporciona a través del aspecto físico, es la carta de presentación y, por esta razón, es fundamental cuidar el vestuario. Sin embargo, se recomienda evitar la elegancia extrema, sobre todo si el resto de tiempo se viste de manera más informal. En cuanto a la actitud, ésta se clasifica de dos maneras y ambas son igualmente importantes. La primera se refiere a la postura del cuerpo que incluye la forma de hablar, caminar o expresarse. La segunda va directamente relacionada con la disposición del ánimo, de qué manera se afronta la situación.
Contener las emociones
Mantener un cierto control, mientras dura la reunión, es vital para exponer su caso con éxito. En todo momento se deben evitar quejas o reclamaciones, enfados o amenazas, contestaciones inoportunas o situaciones incómodas. Además durante la negociación es recomendable sugerir en vez de reclamar o exigir y, para evitar nervios e improvisaciones, prever posibles objeciones y utilizar respuestas preparadas.
Mostrar buena disposición
Mostrarse dispuesto a aceptar una mayor cantidad de trabajo o responsabilidad puede resultar eficaz frente a la negociación del aumento. En primer lugar es importante dejar claro al jefe que le gusta el trabajo y que quiere seguir en la empresa, a continuación, puede exponer cómo podría implicarse en nuevos proyectos o abarcar mayor responsabilidad en la empresa.
Agradecer el tiempo y la atención dedicada
Sea cual sea la respuesta por parte del jefe, es fundamental mostrarse agradecido al final de la negociación. Denota madurez, educación y positivismo. Si la respuesta ha sido un “no”, puede mostrar interés preguntándole las razones por las que no le ha sido concedido el aumento y qué puede hacer para conseguirlo.
No presumir con los compañeros los resultados
Comparar la nómina no es una práctica bien vista. Si el resultado ha sido el esperado, se debe evitar a toda costa alardear en público. Por un lado, puede causar descontento entre los compañeros y, por otro, puede poner en problemas al jefe si le llega una oleada de peticiones de aumentos salariales.
No defraudar de ninguna manera la confianza del jefe
Una vez conseguida la meta, no debemos aflojar ni decepcionar a nuestro responsable. Se trata de credibilidad, profesionalismo y congruencia. Si el jefe siente que se le ha defraudado, la confianza depositada se habrá perdido para siempre. Y sobre todo, ir con confianza. “El mercado laboral en España se está dinamizando y actualmente cuenta con un amplio abanico de oportunidades, no solamente para las denominadas profesiones nuevas que lo están revolucionando, sino también para los profesionales tradicionales, que de igual manera pueden tener la ambición de ascender, mejorar o cambiar su posición actual por otra si así lo desean,” resume Salvador Sicart. “Este aumento de ofertas laborales favorece que el candidato tenga el control, pudiendo escoger y proponer sus condiciones a la empresa, se ha equilibrado el poder de decisión entre el empleador y el candidato. Si una oferta no le convence, el profesional puede escoger y decidir entre muchas más posibilidades”.