Juan Luis Cebrián ha hablado por primera vez del posible plan alternativo para forzar su salida de Prisa. En las últimas semanas se ha venido indicando que Amber capital, dueña del 19,2% del capital, había logrado los apoyos necesarios para forzar su sucesión y que incluso ya se le tenían sustitutos. No obstante, Cebrián ha dicho en una entrevista a la Agencia EFE que “la mayoría del capital apoya a la actual dirección” y por tanto ha dado a entender que su relevo no está sobre la mesa y que sólo se comenzará a hacer efectivo cuando se resuelva el tema de la abultada deuda del Grupo.
Respecto de Amber, sin nombrarles, ha dicho que algunos accionistas están generando “mucho ruido” en torno a este tema aplicando “tácticas habituales” de ese tipo de inversores, “que buscan soluciones a corto plazo para sus intereses y no parecen preocupados por soluciones a medio y largo plazo en interés del resto de los accionistas y de la compañía”.
Y es que por sus palabras se deduce que Cebrián se siente fuerte a pesar de las informaciones que le daban por amortizado. En la última junta de abril del año pasado Cebrián indicó que su contrato en Prisa había sido prorrogado hasta 2020, el 2018 de manera ejecutiva y que por ello habían puesto en marcha una comisión que elaborase un plan de sucesión para él y el consejero delegado José Luis Sainz, cuyo contrato expira sin embargo en septiembre de 2019.
En este punto Cebrián ha señalado en su entrevista con EFE que este plan ya está definido pero que aún no se ha aplicado. “Si no se ha hecho ya es porque tengo el encargo de resolver el problema de la deuda y la estructura de capital”, ha explicado. “Hasta donde yo sé, y tengo buenas razones para saberlo, la mayoría del capital apoya a la actual dirección, independientemente de que es previsible que haya cambios en el futuro, que yo mismo anuncié hace más de un año”, ha indicado.
La venta de Santillana podría solucionar gran parte de la deuda
En este punto es clave la venta de la editorial Santillana, que según Cebrián recibirá sus primeras ofertas vinculantes a finales de abril. La venta de Santillana a la que Cebrián no pone cifras podría abonar de un plumazo más de la mitad de los actuales 1.486 millones de euros que la compañía mantiene en concepto de deuda. El principal objetivo de Prisa es pagar el tramo 2 de la deuda del Grupo, equivalente a 956 millones, y que expira a finales de 2018.
Fuentes financieras indican que el precio de salida de la venta rondaba los 1.500 millones, pero que la venta se podría cerrar por una cifra inferior, que no obstante estaría por encima de los mil millones. No obstante, Cebrián ha dicho hoy que el objetivo es lograr un precio que permita resolver el problema de la deuda “en términos razonables”. Prisa “no se plantea hacer más desinversiones en ningún caso”, indicó desmintiendo los rumores sobre ventas en Latinoamérica o de Media Capital de Portugal.
Cebrián incluso se ha aventurado a anunciar futuras inversiones una vez que se solucione el problema de la deuda. “No sólo queremos mantener todo el perímetro en lo que se refiere a prensa, radio y televisión, sino incluso aumentar ese perímetro en el futuro una vez que se haya resuelto el problema de la deuda y estabilizado el capital”. Siguiendo con la venta de Santillana indicó que el grupo cuenta con empresas potentes tanto en el negocio de medios como en el de educación, pero no dispone de capacidad financiera para invertir en el desarrollo de los dos.
Seguiremos Informando…