ACTUALIZADO A LAS 10:45 HRS DEL 24/03/2017. Coca-Cola se encuentra ante una nueva etapa de cambios en la cúpula directiva. Ya conocíamos que el CEO Muhtar Kent iba aser sustituído por James Quincey, quien tomará posesión del cargo el 1 de mayo y con quien -hasta ahora parecía- que de Quinto guardaba una muy buena relación. Esto último también era afirmado por los medios internacionales. Sin embargo, el hasta ahora director global de Marketing ha decidido que salir de la compañía era la mejor decisión que podía tomar.
Comunicó a su equipo dicha decisión mediante una carta en la que explicaba: “He tenido la oportunidad de hablar con Quincey de mi intención de retirarme y recomponer mi vida”, tal y como publica Cinco Días. El ejecutivo aseguraba sobre la reorganización que “es una pieza más en el proceso de transformación de la compañía” ya que el nuevo CEO quiere que la estructura de Coca-Cola sea más “ágil”.
De Quinto deja la compañía en la que entró como becario hace 35 años y en la que ganó, solo en 2016, 7,2 millones de euros, siendo el tercer ejecutivo mejor pagado dentro de la empresa. Poco se ha dicho de su salida que Coca-Cola ha comunicado a nivel global camuflada entre una serie de cambios en la cúpula.
En la última aparición ante la prensa en Madrid, en la que estuvo prnoticias, Marcos de Quinto (en conferencia desde Atlanta) bromeaba diciendo que “me tenían que haber echado –de Coca-Cola- a los seis meses” porque iba haciendo lo que “me iba pareciendo”. Decía esto haciendo gala de un carisma y una autenticidad, que raras veces se observa en perfiles ejecutivos dentro de multinacionales, donde todo debe estar medido y controlado. “En la empresa el mundo del arte puede parecer algo incontrolable y a una empresa le gusta que todo esté bajo control”. De Quinto solo ha estado dos años como CMO de la compañía, si bien es cierto que llevaba más de una treintena en Coca-Cola.
Today we announced new senior leadership appointments to drive our transformation into a total beverage company: https://t.co/ImCTy8qkW6 pic.twitter.com/ovBHTm3qCC
— The Coca-Cola Co. (@CocaColaCo) 23 de marzo de 2017
De Quinto tenía una visión rupturista y poco convencional que tal vez no casa con el nuevo rumbo que quiere tomar la multinacional: “a mí me interesa mucho el tema del lenguaje porque es algo que surge para compartir y para poder acercarte, pero llega un momento en que se inventan lenguajes precisamente para lo contrario, para dividir, para aislar. Lenguaje defensivo para separar a los expertos de los que no lo son” con términos específicos y anglicismos que a veces hacen que ni los profesionales entiendan su propia jerga, seguía de Quinto.
Mar 22nd, 2017 – Flying
Life is short… but it’s there pic.twitter.com/kDzLnXU5pV
— Marcos de Quinto (@MarcosdeQuinto) 22 de marzo de 2017
De la corporativización a la humanización de las compañías
Sobre el cambio de paradigma que estamos viviendo expresaba que: “al principio a la gente le interesaba únicamente conocer los productos, y después de esto se interesaron por qué empresas están detrás de estos productos. En un siguiente paso, se interesarán por conocer quienes hay detrás de esas empresas”, este último paso de poner cara a las empresas es necesario para una humanización de las compañías, según el ejecutivo.
También hablaba del utilitarismo y mercantilismo que envuelve al mundo en el que vivimos y pese a que “hay una lucha entre clases medias, entre las clases medias de países emergentes y las clases medias establecidas en occidente, con la consiguiente lucha de precios y escasez de recursos”, además de las crisis cíclicas de las que también ha hablado, pese a todo consideraba que la sociedad va encaminada hacia una mejora cultural y económica.
Crítica a los ‘usos y costumbres’ del sector
Es sin duda un hombre crítico con una fuerte personalidad, que solía criticar los usos y costumbres de los profesionales del mundo empresarial: “hay gente muy experta en su ámbito que cuando abre la boca en cualquier otro aspecto, fuera del entorno en el que se sabe manejar, es un analfabeto”. Ponía el ejemplo de alguien muy influyente, con quien tuvo la ocasión de coincidir en un museo y se refirió a un tríptico con el término “trilogía”, poniendo de manifiesto la pobre formación que tenía en otros temas que se saliesen de su ámbito de conocimiento.
Además en esta conversación a solo unos meses de abandonar la compañía era crítico también con las costumbres y la poca apertura de los ejecutivos: “me encuentro con muchos ejecutivos que se reúnen los sábados y los domingos con sus compañeros, hablan de trabajo, cambian sus gustos para adaptarlos a gente de su sector, incluso van de vacaciones a donde va el resto de ejecutivos, pero en marketing es fundamental que la gente conozca cómo viven otras personas, no reducir el círculo”. Tras 10 minutos de escucharle, se entendía que era un hombre poco convencional, alguien natural que no casa con el tono encorsetado del corporativismo actual, en muchas compañías.
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