DANIEL ESTULIN.- El pasado lunes 27 de marzo el sorprendentemente vacío Senado estadounidense votó a favor de la adhesión del más pequeña de los países, Montenegro, a la OTAN. La mayoría de la gente ni siquiera sabe dónde está este país. Había tan pocos senadores que la regla del quórum fue revocada para la votación; eso lo llaman la democracia… El objetivo de la votación era derrotar a las dos únicas voces disidentes, los Senadores Lee y Paul. A finales de esta semana habrá una votación final que abre el paso al pleno apoyo de Estados Unidos a la membresía de la OTAN.
Los neoconservadores se divirtieron en el Senado apenas tomando en cuenta las protestas del senador Rand Paul. Apenas una semana antes le habían acusado de “trabajar para Putin”. Esta vez advirtieron que era vital que un “mensaje severo” fuera enviado a Rusia indicando que Estados Unidos habla en serio, “… después de todo” dijeron, “Rusia invade países”.
Montenegro no tiene ningún valor militar en términos de recursos disponibles. Su ejército consiste en sólo 850 soldados equipados con ocho vehículos blindados de transporte de personal y una Marina compuesta de seis barcos. En segundo lugar, Montenegro no enfrenta amenazas militares, ni siquiera tiene frontera con el blanco favorito y “oficial” de los Neoconservadores estadounidenses, Rusia – ¡hay otros dos países en medio! Los ciudadanos de Montenegro están divididos si unirse o no, como muestran las encuestas. El país es políticamente inestable, tal y como advierte el propio Departamento de Estado de los Estados Unidos. Hay problemas de corrupción, abuso de prisioneros, interferencia del gobierno en los medios de comunicación.
Por lo que debe ser algo más que los seis barcos por lo que el gobierno inestable que la OTAN, “dirigido” por los Estados Unidos quiere la adhesión de Montenegro a la OTAN. ¿La posibilidad de una nueva base militar en los Balcanes con “fuerzas de mantenimiento de la paz” es apetecible a los neocons?
Por supuesto, esta no es la primera vez que el gobierno estadounidense intenta de llevar a Rusia hacia una confrontación abierta. Por ejemplo, en junio de 2014, los ministros de relaciones exteriores de la OTAN se reunieron en Bruselas y acordaron ofrecer a Georgia, una de las ex repúblicas soviéticas, un “paquete sustantivo” para ayudarlo a acercarse a la OTAN. Los informes de la época indicaban que los miembros de la OTAN estaban divididos en la cuestión de la expansión, en general, y en la pertenencia de Georgia en particular.
Hoy en día, Montenegro es un país pequeño pero estratégicamente importante, porque su membresía sería muy provocadora para Rusia. Y parece que eso es exactamente lo que preocupa a algunos miembros de la OTAN. Los analistas dicen que los miembros de la OTAN están preocupados por la concesión, o de ser percibido como la concesión de garantías de seguridad que podría ser rápidamente testeados por Rusia. En julio de 2014, Liana Fix, un Fellow del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores, dijo a AP: “El conflicto sobre Ucrania les ha dejado claro a la OTAN que tienen que ser cuidadosos, tanto en cuanto a compromisos de seguridad como credibilidad”. Hipotéticamente hablando, si la OTAN concede a Montenegro la adhesión, pero no los defiende si ocurre algo, ¿qué dice eso sobre la credibilidad de la alianza atlántica?
Detrás de las bastidores, nos encontramos con un problema mucho más amplio: La pregunta es, ¿cuánta inseguridad agregaría a la alianza la adhesión de Montenegro y cuánta seguridad le brindaría a la alianza?
Es muy importante que los senadores estadounidenses recapaciten de nuevo, cuidadosamente, antes de la votación final que se llevará a cabo esta semana. Por favor envíen un correo electrónico a su Senador ahora y explíquele por qué Montenegro no debe unirse a la OTAN. Demos apoyo a los senadores Lee y Paul. Tenemos una oportunidad de oro de involucrarnos de manera activa en nuestra democracia. ¡Aprovechémosla!
Daniel Estulin es escritor, investigador y periodista.
