Amplio poderío de escenografía y montaje el que derrocha desde el minuto cero Ninja Warrior. La nueva apuesta de entretenimiento de Antena 3, una superproducción en toda regla instalada en el Madrid Arena, se presentaba en el FesTVal de primavera de Burgos para ofrecer un primer avance que generó un gran entusiasmo entre el público asistente al estreno. Los espectadores serán testigos en próximas fechas de un formato con pruebas físicas extremas acompañadas de historias humanas que recupera en parte el espíritu de programas familiares de antaño como El Juego de la Oca.
Manolo Lama y Arturo Valls serán las voces y las caras visibles de Ninja Warrior y la expectación por ver si funcionaban como pareja televisiva dos profesionales de corte tan diferente era máxima. Y lo cierto es que hay química y de la buena. Ambos han fusionado sus estilos –narración deportiva y entretenimiento con toques de humor- y parece que el resultado es más que satisfactorio. Lama ha imprimido al nuevo programa de Antena 3 el ritmo y la emoción de la radio, mientras que Valls le complementa para poner la guinda cómica y desenfadada de Ninja Warrior.
Tanto se ha metido en el papel Arturo Valls que bromeaba con los periodistas con convertirse en el nuevo Paco González. En las narraciones de Ninja Warrior no faltarán las míticas coletillas de Manolo Lama y quizás el único defecto es la utilización de un tono excesivamente alto para la televisión en algunos de los tramos del programa. La emoción y las historias de superación de muchos de los participantes será otra de las piezas claves de Ninja Warrior. Es aquí donde entra en juego Pilar Rubio, que ejercerá en un segundo plano como hilo conductor de esas historias y como reportera a pie de pista para trasladar a la audiencia las impresiones de los concursantes.
Entre los 200 participantes de Ninja Warrior tendrán cabida todo tipo de perfiles, aunque la premisa será superar unas pruebas físicas extremas para las que poca gente está preparada. Las variaciones de estas pruebas en las cinco entregas de Ninja Warrior y la visita de deportistas famosos también deberían ofrecer dinamismo al programa y una huida de la monotonía. Sólo uno de los 200 concursantes podrá convertirse en el primer Ninja Warrior España, aunque si ninguno supera todos las pruebas el premio podría quedar desierto. Hagan sus apuestas que esto comienza en las próximas semanas.
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