La disciplina del analista digital es relativamente nueva, por lo tanto nadie tiene muy claro cómo evolucionar bajo ese rol, el camino a seguir para configurar un plan de crecimiento.

Además, ser analista se caracteriza por la amplitud de ámbitos hacia los que permite enfocarse: desde el análisis puro, big data, temas de optimización, marketing y captación, etc…

Un analista que traiga consigo experiencia en otras áreas como marketing y publicidad, contenidos, business intelligence o data mining, negocio… , tiene la ventaja de potenciar aquello en lo que tiene background, que ha trabajado y le gusta, pero ha de seguir formándose para ir al mismo ritmo que avanza la disciplina 🙂

Diferentes fuentes afirman que un analista debe disponer de de las siguientes tres competencias: disponer de visión de negocio además de un importante perfil técnico acompañado por un capacidad analítica bien musculada.

En el caso de una persona que accede por primera vez al mundo de la analítica digital debe pensar hacia qué lado inclinarse. Es difícil encontrar una persona con las tres disciplinas muy desarrolladas. En el caso de una persona que ya haya caminado como analista, se habrá dado cuenta de cómo esas tres habilidades deben estar presentes en sus día a día. Será entonces más fácil buscar evolucionar en aquello en lo que se sienta cómodo, reforzar aquello que le motiva.

También es importante trabajar en los llamados soft skills: el trabajo en equipo. El rol ideal del analista se basa en el liderazgo, en impactar en las distintas áreas de la empresa proporcionando valor, disponiendo de una capacidad de síntesis y comunicación de tal forma que sea capaz de poner orden y lógica hasta los más altos mandos.

En España los analistas digitales son agentes del cambio que hacen evolucionar para que los datos sean importantes en el gobierno del negocio. En otros países este recorrido está más avanzado, hay que seguir trabajando para evolucionar en consecuencia.

Seguiremos informando…