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Pasión Vega y Noa son dos artistas entre las que resulta muy fácil establecer paralelismos: sus gargantas atesoran tradición, en ellas resuenan ecos del pasado sin dejar de sonar plenamente contemporáneas, aúnan culturas, tienden puentes de diálogo a través de la música, están muy implicadas en lo que cantan, dan voz a los desheredados, los expulsados, los olvidados… Tras una colaboración en la edición especial de “Pasión por Cano” presentada a finales de 2015 (Noa intervino en “Sonata de luna en Marrakech”), Pasión Vega participó en diciembre de 2016 en tres de los recitales que Noa ofreció en Israel y fue allí donde fraguaron el proyecto que las ha unido para girar el próximo verano por gran parte de España.
“Mediterráneas” supondrá su reencuentro en el escenario y, aunque no quieren desvelar muchas de las sorpresas que todavía están preparando y desarrollando, Pasión Vega y Noa atendieron unos minutos a “Destino: Wonderland” durante el anuncio de la gira para explicar qué sentimientos y deseos albergan y cuáles son sus intenciones a la hora de mezclar sus repertorios y buscar temas inéditos en sus gargantas con los que, sin duda, sorprender y cautivar a sus legiones de admiradores.
Bette Davis nunca ha pasado de moda, pero en estos momentos vive una época de renovado interés y de revisión de sus películas gracias a la nueva y estupenda serie creada por Ryan Murphy, “Feud”, centrada en la rivalidad que mantuvo con Joan Crawford, en concreto en todo lo sucedido en torno a la única vez que coincidieron en pantalla en la inolvidable “¿Qué fue de Baby Jane?”.
Pablo Vilaboy evoca algunos de sus hitos interpretativos a través de las partituras que acompañaron a las imágenes que hicieron de Bette Davis un auténtico mito, todo un icono que mantiene su fuerza intacta e incluso aumentada, tal y como lo demuestran títulos como “Jezabel”, “La loba”, “La extraña pasajera” o “Eva al desnudo”, así lo refrenda el interés despertado por “Feud” en la que Susan Sarandon la recrea con respeto, fidelidad y mucho sentido del humor.
Pablo Vilaboy va desgranando datos, anécdotas, declaraciones vitriólicas y leyendas que jalonan su carrera y han fraguado la imagen más extendida de Bette Davis, la máscara en la que a veces se refugió, su constante reinvención, su permanente afán de superación y los duros peajes que tuvo que pagar por querer ser independiente (no siempre es tan fiero el león como lo pintan, aunque haya constancia de más de un zarpazo y/o mordisco).
Seguiremos informando…
