Nuevo vuelco en el caso de las supuestas presiones del diario La Razón y su director Francisco Marhuenda contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Esta semana Marhuenda y el Presidente de este diario Mauricio Casals han declarado ante la Justicia tras destaparse la Operación Lezo que investiga las irregularidades en la gestión del Canal de Isabel II y del supuesto enriquecimiento ilícito que realizaron Ignacio González y su grupo de colaboradores.
Uno de estos colaboradores es Edmundo Rodríguez, actual consejero del diario La Razón, pero que fue presidente de Inassa, filial del Canal de Isabel II para Sudamérica. El Juez ha utilizado las grabaciones recogidas de su teléfono para llamar a declarar a Marhuenda y Casals en calidad de investigados por coacción. La prueba de estas supuestas coacciones se habrían producido cuando los dos hablaban con Rodríguez y éste les pedía que intercedieran para que Cifuentes no denunciase la trama.
De las conversaciones se infiere que Marhuenda efectivamente transmitió a Rodríguez su intención de presionar a Cifuentes para que no denunciara, aunque oficialmente no hay ninguna prueba de que efectivamente estas coacciones se pusiesen en marcha y que el diario La Razón iniciase una campaña en contra de la Presidenta de la Comunidad de Madrid.
De hecho, el último cabo que faltaba por atar apunta a la versión de Marhuenda, esa de que nunca ha emprendido presiones contra Cifuentes. La propia Presidenta de la Comunidad de Madrid ha negado haber recibido coacción alguna por parte de Marhuenda y Casals, según indica esta mañana OKDiario y ha podido comprobar prnoticias con fuentes cercanas a la investigación. Esta declaración es clave ya que demuestra que el juez Eloy Velasco ha articulado su acusación contra Marhuenda en base a las escuchas y no hay hechos probados ni menos a una acusación formal de Cifuentes.
Poco recorrido judicial para esta causa
De esta manera, fuentes judiciales indican que parece poco probable que esta causa pudiese continuar a pesar del gran eco mediático que ha tenido. De hecho, esta versión de Cifuentes concuerda con las declaraciones que Marhuenda transmitió a los medios al salir de los Juzgados la jornada de ayer. “La propia presidenta podrá decir que en mi vida la he presionado, que en mi vida he intentado influir sobre un procedimiento judicial para nada”. “No nos hemos inventado nunca ninguna noticia”, indicó, en relación a las supuestas noticias que La Razón se habría inventado para perjudicar a Cifuentes, algo que según el juez, se podía deducir de los audios.
En el editorial de La Razón de esta mañana también se defiende esta postura. “Es hora de afirmar que desde este periódico, en palabras de su director, nunca, nunca, nunca se ha coaccionado o presionado a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Del mismo modo, nunca, nunca, nunca se ha inventado una información ni se ha hecho campaña alguna contra Cristina Cifuentes”. “Nuestro director explicó ayer que sólo trataba de animar a un amigo que estaba muy desesperado porque consideraba injusta su destitución en el Canal y estaba obsesionado con que se filtraran cosas contra él desde la Comunidad de Madrid. Una conversación de carácter informal, coloquial, entre dos amigos, a propósito de las preocupaciones y las inquietudes de uno de ellos. Como en cualquier orden de la vida, en una charla en la que el afecto está presente, se trataba de transmitir consideración y calor en un momento complicado. Son frases, en cualquier caso, entrelazadas y extraídas de un volumen mayor en minutos, realizadas en un contexto que es imposible captar y entender con esos mínimos extractos”.
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