El debate a tres de las primarias del PSOE ha marcado la atención mediática de este lunes 15 de mayo, día festivo en la capital. La sede socialista de la calle Ferraz ha acaparado todos los flashes con la celebración de una cita donde Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López han explicado de manera extensa las propuestas de sus candidaturas a la Secretaría General del PSOE. Como era de esperar las diferencias entre todos ellos han sido muy claras desde el principio.
La llegada de los candidatos a Ferraz ya ha dado muestras de ello. Pedro Sánchez aparecía con tranquilidad en la sede del PSOE. Rodeado por sus personas de confianza y con su ‘clásica’ chaqueta de cuero marrón, Sánchez no ha perdido la sonrisa en ningún momento y ha charlado con los medios con absoluta normalidad. Por su parte Susana Díaz ha sido la más aclamada sin ningún tipo de duda. La presidenta andaluza ha entrado en Ferraz rodeada de un amplio grupo de seguidores a los que ha hecho más caso que a los periodistas. Patxi López ha llegado con la discreción y serenidad que le caracterizan.
Una vez dentro Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López han ocupado sus respectivos atriles y han comenzado un debate de primarias con aires de presidencia del Gobierno y no del sillón de Secretario General del PSOE. Pocas novedades en los argumentos de los candidatos y escasos cruces de mirada entre ellos. Todos han optado por dirigirse a la cámara y centrarse en sus intereses mostrando pocas ganas de debatir más allá de dedicarse un buen puñado de acusaciones mutuas.
En este terreno Susana Díaz y Pedro Sánchez han centrado todas las miradas. Tanto es así que en uno de los momentos más álgidos del #DebatePSOE la presidenta andaluza le soltado a Sánchez un “No mientas, cariño”. Unas palabras que no han pasado desapercibidas por la audiencia y que han generado todo tipo de comentarios jocosos al respecto. En medio del cruce de acusaciones entre Díaz y Sánchez se ha situado Patxi López. El tercer candidato se ha mostrado como el ‘mediador’ y ‘pacificador’ del encuentro y ha aportado amplias dosis de sobriedad y contundencia en sus propuestas. Ha sido un debate quizás demasiado extenso, con intervenciones muy amplias y con una realización básica que ha huido de estridencias.
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