Puede sentirse muy orgulloso Pedro García Cuartango de la despedida recibida el pasado martes. Cientos de mensajes en redes sociales alabaron de manera muy positiva su trabajo durante el último año como director de El Mundo. Un periodo nada fácil para la cabecera de Unidad Editorial en la que tuvo que hacer frente a un ERE salvaje y en la que siempre estuvo bajo la figura de director ‘interino’ sin un respaldo pleno a su labor, pero con una implicación máxima en el proyecto.
Destacaban la pasada semana los profesionales de El Mundo y de otros medios de la competencia los valores de Cuartango durante su larga trayectoria profesional en el diario de la Avenida de San Luis. Histórico como pocos quedan a estas alturas en El Mundo el ya ex director de la cabecera defendió desde su puesto de mando el buen hacer del periodismo tradicional, algo que nunca gustó entre los responsables más puramente empresariales de Unidad Editorial.
La vieja batalla del periodismo tradicional frente a las decisiones puramente monetarias volvía a la actualidad con el despido de Pedro García Cuartango como responsable de El Mundo. Y al final, por desgracia y como ocurre en muchas ocasiones, ganó la decisión empresarial frente a la profesional. Una situación considerada como muy ‘triste’ para muchos, mientras que otros ya se preguntan si nadie va a apostar por la información de peso y calidad frente a estos ‘bandazos’ o caprichos económicos de sus dueños.
El ejemplo de El Mundo es tan sólo el último de una larga lista a la que habría que poner fin. El periodismo no debe permitir que los problemas que atraviesan los medios se lleven por delante la esencia de una profesional donde la vertiente de la vocación y el buen hacer informativos son parte de sus pilares fundamentales.
