Pedro García Cuartango ha anunciado este lunes su total desvinculación de El Mundo tras 26 años de trayectoria profesional en el diario y dos semanas después de haber sido destituido como su director tras un año de interinidad. Cuartango ha decidido explicar su salida a través de un post en Facebook, un texto cargado de nostalgia y buenos recuerdos en línea con su despedida en la redacción como máximo responsable de la cabecera de Unidad Editorial. Tras esa drástica decisión la cúpula le ofreció seguir como columnista, una tarea que finalmente ha rechazado.
El periodista ha agradecido a sus compañeros todos estos años de trabajo donde la premisa siempre ha sido contar la verdad. Pedro García Cuartango también ha apuntado que “Me resulta muy doloroso ser consciente de que jamás volveré a formar parte de la redacción de El Mundo, pero hay que asumir que la vida está llena de pérdidas. Ahora toca mirar adelante con la tranquilidad de no haber regateado ningún esfuerzo”. Un gran adiós a la altura de un profesional que ha sido muy valorado y querido por la redacción de El Mundo.
De hecho, Cuartango ha sido el único de los últimos directores que ha encontrado el respaldo integral de la redacción de la principal cabecera de Unidad Editorial. Así quedó demostrado en redes sociales como Twitter donde fueron constantes los mensajes de apoyo a su labor durante el año que permaneció como director interino –nunca ratificado- de El Mundo. Comienza así una nueva etapa para Pedro García Cuartango, pero también para la redacción del diario fundado por Pedro J. Ramírez.
La ‘mano dura’ de Paco Rosell
Hombre de máxima confianza del presidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano, el nuevo director de El Mundo no convence en el seno de la redacción. Es más, muchos temen que la llegada de Paco Rosell rompa el actual clima de estabilidad que vivía la plantilla con Cuartango y tras una época de nervios y tensión que incluyó un salvaje ERE el pasado verano.
Tras dos semanas como máximo responsable de El Mundo Rosell aún se encuentra asentándose en la redacción e iniciando los primeros contactos con los profesionales que conforman la plantilla de la cabecera de Avenida de San Luis. En el ambiente ronda la sensación de que Paco Rosell imprimirá ‘mano dura’ y que trasladará las directrices de Galiano de manera íntegra, algo que hasta el momento no se había producido con los anteriores responsables de El Mundo que se revelaron ante algunos de los planes de la dirección de Unidad Editorial.
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