Han sido durante años e incluso durante décadas profesionales de gran reconocimiento y prestigio en sus medios. Han dedicado todos sus esfuerzos al buen desarrollo de su trabajo y también han sido valorados como históricos o estrellas dentro del sector. Hablamos de rostros, voces o firmas de primer orden en sus respectivas cadenas de televisión, emisoras de radio o diarios. Periodistas de larga trayectoria con otro punto en común: una triste despedida.
¿Por qué los grandes medios no saben despedir de manera elegante a los que han sido sus estrellas durante años? El caso más llamativo es el de la Cadena SER. La emisora de Prisa ha dicho adiós en los últimos tiempos a algunas de las voces que han conformado su parrilla durante décadas. Comunicadores como José Ramón de la Morena o Gemma Nierga, que han sido parte clave de su parrilla y a los que la emisora de Gran Vía 32 sólo ha sido capaz de dedicarles un par de líneas a modo de despedida.
Dos líneas que casi parecen más un compromiso que un agradecimiento real a su amplia labor dentro de la SER. Unas palabras tan rígidas, frías y escuetas que incluso hansido comentadas por otros nombres importantes de la emisora como Carles Francino. El presentador de La Ventana no dudó en criticar en antena la despedida que la Cadena SER le había dado a Gemma Nierga. ¿Por qué tiene la emisora de Prisa tiene tan poco tacto en comunicados tan relevantes y en decisiones tan transcendentales para su audiencia?
Algo similar ha ocurrido recientemente con otro gran medio como es El Mundo. La cabecera de Unidad Editorial ha dejado irse por la puerta de atrás a su último director, Pedro García Cuartango. Todo ello tras 26 años trabajando en el diario de la Avenida de San Luis y después de permanecer un año como máximo responsable interino de El Mundo sin ningún tipo de respaldo ni confirmación por parte de la dirección. Hoy mismo hemos conocido su desvinculación total del periódico, una noticia que ha entristecido a los profesionales de la cabecera y que tampoco ha contado con unas palabras de afecto por parte de Unidad Editorial. ¿Qué les pasa a los grandes medios con sus estrellas?, ¿por qué esa frialdad en sus despedidas?