Los bebés, desde el momento de su nacimiento hasta el primer año de vida, se encuentran inmersos en una importante fase de maduración: su piel es un 30% más fina y sus ojos tienen que finalizar su desarrollo y maduración estructural. Además, su pelo aún no alcanza su madurez, la cual no alcanza hasta la edad de 9-10 años.
Asimismo, el cuidado adecuado del bebé se convierte en un proceso determinante para su correcto crecimiento y bienestar, un proceso en el que también juega un papel crucial la estimulación multisensorial.
Se ha demostrado científicamente que la instauración de ciertos hábitos y rutinas en el cuidado de los bebés facilita su desarrollo saludable, especialmente el de la piel. De acuerdo con el doctor Venancio Martinez Suarez, Presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), “los momentos cotidianos compartidos con el bebé, como la hora del baño, acompañada de un masaje en el que prima el sentido del tacto y el contacto piel con piel, pueden tener un efecto duradero en su bienestar emocional; y esto favorece a su desarrollo”.
“Por ello”, señala Mónica Martinez Reynst, Marketing Manager South Europe Consumer Healthcare & Baby Skincare en Johnson & Johnson, “en Johnson’s®, pioneros en publicaciones científicas acerca del cuidado del bebé, llevamos más de 120 años investigando las necesidades fisiológicas para el desarrollo sano de la piel del bebé y ofreciendo productos especialmente diseñados para su cuidado.” “Y es por esto mismo”, afirma Reynst, “que hemos querido desarrollar una campaña educativa entorno a los hechos, mitos y verdades que existen entorno a los cuidados del bebé. Nuestro objetivo es dar a conocer a los padres y a la sociedad el rigor científico con el que se trabaja desde Johnson´s® para desarrollar productos que brinden los mejores cuidados a los bebés, y de esta forma, los padres solo tengan que preocuparse por disfrutar de esos momentos tan especiales vinculados a la crianza feliz y saludable de sus hijos”.
Hechos, mitos y verdades entorno al cuidado de la piel del bebé
En la sociedad actual estamos expuestos a un intercambio continuo de informaciones, lo que puede generar la confusión o el error en la persona que recibe esta información. En ocasiones, los mitos en torno a los cuidados y los productos para bebés generan una desconfianza que únicamente la demostración y evaluación científica puede rebatir.
Por esta razón, Johnson´s® ha desarrollado la campaña Los cuidados de la piel del bebé: Hechos, mitos y verdades, con el objetivo de desvelar la verdad científica alrededor de algunos mitos entorno al cuidado de los bebés.
Entre los mitos revisados y contrastados a la luz de la evidencia científica se encuentran la falsa creencia de que el agua es el mejor limpiador posible frente a cualquier otro producto de limpieza específico; el mito que afirma que el aceite mineral es producto antinatural; el que sugiere que la utilización de agentes conservantes en los productos para bebés son siempre innecesarios o el que hace referencia a la utilización de fragancias como algo perjudicial para la piel de los más pequeños.
Por cuanto al primero, de acuerdo con la información científica disponible y verificada se infiere que el agua puede considerarse un irritante débil de la piel, especialmente en personas afectadas por dermatitis atópica. En cambio, los limpiadores que se han formulado apropiadamente son más eficaces que el agua sola y no resultan irritantes para la piel del bebé.
En relación al mito del aceite mineral, los estudios realizados en humanos y la opinión de expertos respaldan la eficacia del aceite natural como fuente fiable de hidratación para la piel. En este sentido, los expertos destacan los inconvenientes de los aceites vegetales, considerados en muchas ocasiones productos “más naturales” que los aceites minerales, ya que no pueden garantizar la ausencia de impurezas ni su correcta conservación, pudiendo causar trastornos en la piel.
En el capítulo de los conservantes, los agentes conservantes son necesarios para evitar la contaminación de productos cosméticos, prevenir su descomposición y prolongar su uso seguro .De hecho, evitan que los productos de aseo se contaminen por bacterias, hongos y levaduras. En el caso de los productos destinados al cuidado de los bebés, la importancia de los agentes conservantes ha sido verificada clínicamente, pues se han reportado casos en hospitales de niños que presentaron infecciones graves causadas por emplear emolientes para tratar su dermatitis atópica que no contenían conservantes.
Por último, en cuanto a que las fragancias son malas para los bebés, la evidencia científica establece que el desarrollo olfativo del bebé puede jugar un rol importante en la relación con los progenitores y tener un impacto positivo en su desarrollo. Clínicamente se ha demostrado que el baño con aceite perfumado ayuda a la relajación del bebé y, en consecuencia, de la madre, lo que se traduce en un mejor estado de ánimo. En este sentido, Johnson´s® cuenta con el compromiso de no utilizar fragancias establecidas por la Unión Europea como susceptibles de producir alergias en la piel.
Tal y como concluye el doctor Venancio Martinez Suarez, “sólo el conocimiento científico del cuidado de la piel del bebé puede permitir la desmitificación de ideas que se han ido transmitiendo y han calado en la sociedad, por lo que es importante primar el consejo de los expertos profesionales en lo referido a los cuidados de la piel del bebé”.
Importancia de la protección, seguridad y suavidad en los productos Johnson’s
Los productos Johnson´s®, que cuentan desde 2014 con el aval de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), han sido desarrollados con el fin de proteger la piel del bebé combinando seguridad, suavidad y eficacia1.
Todos los ingredientes de los productos Johnson’s® han sido seleccionados tras demostrar en múltiples y rigurosos análisis de seguridad que son suaves, delicados y apropiados para los bebés con el número mínimo de componentes necesarios. Esta seguridad se establece a lo largo de todo el desarrollo del producto, siguiendo una metodología científica que evalúa los componentes utilizados. Además, las fuentes de origen de los ingredientes, así como los proveedores, son escogidos según los más altos estándares de calidad, pureza y consistencia, generalmente superando con creces los requisitos reglamentarios.
Dada la inmadurez de la piel y los ojos del bebé, que todavía están desarrollándose y son más vulnerables que los de un adulto, es importante utilizar productos adecuados diseñados para evitar la irritación de la piel. De acuerdo con Venancio Martinez Suarez “En comparación con la piel de un adulto, la barrera cutánea es más débil y por tanto más permeable, por eso los bebés tienen una mayor tendencia a la sequedad y la irritación. Los productos Johnson’s® están especialmente formulados para limpiar e hidratar la piel de forma eficaz sin afectar al desarrollo de la barrera cutánea del bebé”. “En este sentido”, afirma Venancio Martinez Suarez, “los ingredientes de las fórmulas de Johnson´s® han demostrado que evitan la irritación, enrojecimiento o escozor ocular”.