Desde el descubrimiento del papel de los microorganismos en los diferentes procesos infecciosos, la Microbiología Cínica ha contribuido de forma relevante a la mejora en la asistencia sanitaria al poder identificar la causa de una infección determinada, las posibilidades de tratamiento antibiótico así como ofrecer información sobre el pronóstico basado en las características del agente infeccioso aislado.
Sin embargo, a pesar de la evolución producida en las pautas de comportamiento y los cambios en el microbioma, el doctor Ramón Cisterna, presidente de la Asociación de Microbiología y Salud, defiende que la Microbiología Diagnóstica no ha sufrido aún un proceso de adaptación desde la Microbiología tradicional: “Las tinciones (primeras herramientas que se utilizan en el laboratorio para el diagnóstico de las enfermedades infecciosas) tienen un gran valor, pero la tecnología aporta nuevos valores que pueden ser grandes aliados para los profesionales”.
Para este especialista, las pruebas de sensibilidad son “exageradamente lentas” si se comparan con los métodos moleculares basados en PCR (reacción en cadena de la polimerasa) y las tecnologías de amplificación ácidos nucleicos (NAATs), que han transformado y acortado el tiempo del proceso diagnóstico, evidenciando la complejidad del mundo microbiano.
Estas novedades son claves en la asistencia individualizada y en la transformación de la Microbiología Clínica al mostrar la complejidad del mundo microbiano y exigen al microbiólogo clínico una preparación en atención individualizada a un paciente con infección para responder de forma correcta.
“Muchos pacientes con sospecha de infección reciben tratamiento empírico, algo que limita la calidad asistencial y dificulta una política de uso de antimicrobianos eficaz, por lo que serán necesarias nuevas pruebas que faciliten un diagnóstico rápido y seguro”, ha asegurado el doctor Cisterna, quien ha hecho hincapié en que estos test deben ser fáciles de usar y rápidos para conseguir un impacto positivo.
El apoyo de la tecnología, según el presidente de la AMYS, es clave para afianzar las posibilidades diagnósticas de forma clara, segura, eficaz y eficiente en la búsqueda de tiempos más reducidos, facilitando la elaboración de un informe de tratamiento lo antes posible.