Los medios de comunicación cumplen un papel clave en situaciones de crisis, emergencias o desastres y son un instrumento eficaz para la educación sanitaria y la transmisión de mensajes y medidas preventivas en este ámbito. Asimismo, cumplir con el rigor que marca la ética periodística es imprescindible a la hora de elaborar la información en estas situaciones.
Estas son solo algunas de las afirmaciones que se han puesto sobre la mesa durante el curso El papel de los profesionales en los medios de comunicación en respuesta humanitaria ante las situaciones de crisis, emergencias y desastres, con la dirección de Indagando Televisión y celebrado en el marco de la Cátedra Extraordinaria MSD-UIMP Salud, Crecimiento y Sostenibilidad, iniciativa de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y la compañía biofarmacéutica MSD.
La ponencia ¿Cómo se previene y controla la propagación internacional de enfermedades? ha corrido a cargo de Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, quien ha incidido en que entender cómo ha cambiado el mundo y la sociedad y las implicaciones de estos cambios en la frecuencia y posible impacto de los riesgos sanitarios es el primer paso para poder prevenirlos y controlarlos. Una de las ideas que se ha extraído de su conferencia es que ya no vivimos en países aislados y que, por ejemplo, el cierre de fronteras ya no es una solución para controlar la propagación de riesgos para la salud.
“La movilidad de las mercancías y personas, ya sea voluntariamente o debido a situaciones de conflicto, catástrofe natural o por razones económicas; la ocupación y uso del territorio y la mayor fragilidad de poblaciones cada vez más envejecidas; pone a la población humana en una situación de vulnerabilidad. En este contexto, la detección y comunicación precoz de riesgos y la cooperación internacional para responder eficaz y proporcionadamente ante ellos es fundamental para su prevención y control”, ha subrayado el experto. Asimismo, Simón ha destacado al término de su intervención que “una evaluación correcta de los riesgos y la comunicación rápida y eficaz a nivel nacional e internacional son clave para una respuesta eficaz ante los riesgos de importancia internacional”.
El impacto de la información
Las cifras ayudan a entender el panorama. En julio de 2017, la población mundial es de alrededor de 7.500 millones de habitantes. Del total, más de 98 millones de personas de 36 países diferentes se ven a día de hoy afectadas por emergencias naturales y conflictos armados. Todas ellas, precisan ayuda humanitaria. Ahora bien, ¿cómo hacer buen periodismo ante una situación de crisis?
Para Miguel Ángel Rodríguez, de la Unidad de Comunicación en Emergencias de Cruz Roja, la clave pasa por la formación y la preparación. “Cuando estalla una emergencia, un buen comunicador debe tener claras las fuentes oficiales, seguir las pautas de verificación de la información, aprovechar las tecnologías para la gestión de la información y, desde luego, tratar de cubrir sobre terreno, si es posible”, ha subrayado.
Es fundamental que el periodista sea consciente del impacto que la información que escribe puede tener sobre las personas afectadas, según se ha recalcado durante el curso que ha dado cita a profesionales que cubren todas las áreas de respuesta ante este tipo de situaciones, desde la planificación y coordinación internacional a la investigación y trabajo sobre el terreno.
Al respecto, Rodríguez ha precisado que al tratarse de informaciones sobre personas en situación de extrema vulnerabilidad, se debe intentar dimensionar el impacto de su reportaje o noticia sobre esas mismas personas. “Es necesario trabajar con las víctimas, contar sus historias, poner rostro a las cifras, pero sin que esta información exponga innecesariamente al afectado o a sus familiares”, ha incidido el especialista.
De otro modo, la periodista Rosa María Calaf ha centrado su intervención en El equipo básico del periodista de emergencias y desastres. Durante su ponencia, ha señalado que, ante una cobertura de crisis, un periodista debe llevar “en la cabeza, formación y curiosidad, humildad y respeto, flexibilidad y capacidad de adaptación… En el corazón, interés por los otros y empatía. Y, a no olvidar nunca, una buena cantidad de ética y compromiso”.
Natividad Calvente, Policy Communication & Corporate Affairs de MSD España y secretaría del curso, Ignacio González, director de Servicios Universitarios de la UIMP; y Graziella Almendral, directora del curso y directora de Indagando TV; han sido los encargados de clausurar la jornada. Durante dos días (6 y 7 de julio) numerosos expertos representantes de diferentes instituciones tanto nacionales, como internacionales han debatido, analizado y actualizado temas, aspectos y conceptos íntimamente ligados al periodismo en situaciones de crisis, emergencias y desastres.
Los profesionales no solo han tratado de precisar cuáles son las fuentes oficiales de información y cómo acudir a ellas, cuáles son los aspectos éticos y deontológicos de la información de emergencias o cómo se previene y se controla la propagación internacional de enfermedades, sino que incluso se ha explicado con minuciosidad qué se entiende internacionalmente como desastre (“daños que exceden la capacidad de la comunidad afectada para hacer frente a dicha situación con sus propios recursos”), cuáles son las funciones principales de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) o cómo ha cambiado la tendencia de las crisis humanitarias en los últimos años.