Parecía difícil encontrar, dentro del equipo de Donald Trump, a alguien que diera más la nota que el propio Trump, pero Anthony Scaramucci está dispuesto a disputarle el puesto. El nuevo director de comunicaciones de la Casa Blanca ha arremetido, ya no solo contra los periodistas y opositores políticos, sino también contra los de su propio bando. El foco de su ira ha estado esta vez en Reince Priebus, jefe de gabinete de Trump, y en Steve Banon, los dos asesores más importantes del actual presidente de los Estados Unidos.
El detonante lo ha causado una publicación en la revista New Yorker, donde el periodista Ryan Lizza, aseguraba que Scaramucci había cenado la noche anterior en la Casa Blanca, con el propio Donald Trump y su esposa Melania; además de con el presentador de Fox News Sean Hannity y el exejecutivo de Fox News Bill Shine. Cuando el Director de Comunicación se enteró de que la información se había publicado, no dudó en ponerse en contacto con el periodista, exigiéndole explicaciones acerca de quién le había filtrado la información.
Lo llamativo del suceso está en la violencia empleada por Scaramucci para saber el nombre del filtrador, sobre todo cuando parecía saberlo perfectamente. El dircom perdió los papeles como nunca y empezó a acusar e insultar al personal más cercano al presidente. Según el periodista del New Yorker, Scaramucci se refirió a Priebus como “un jodido paranoico esquizorfrénico”, al que cree principal culpable de la filtración.
Tras presionar al periodista para que le revelara su fuente, y este se negara hacerlo para protegerle, el Director de Comunicación amenazó con despedir a toda la plantilla, haciendo inútil la estrategia del periodista. Una vez desatada su cólera, Scaramucci no tuvo freno, y arremetió contra Steve Bannon, diciendo, siempre según el periodista del New Yorker, Ryan Lizza, que él no era como Bannon, “yo no intento chuparme la polla. Ni trato de construir mi propia marca fuera de la jodida fuerza del presidente. Estoy aquí para servir al país”.
De patriotismo tiró también para instar a Lizza a que le dijera el nombre de la persona que le había filtrado la información, “tú eres un ciudadano de Estados Unidos, esto es una catástrofe para la nación. Así que te pido como patriota americano que me indiques quién lo filtró”, sentenció Scaramucci. Cuando el New Yorker publicó los detalles de la conversación, la reacción de Anthony Scaramucci no se hizo esperar, y emulando al propio presidente, se lanzó directo a Twiiter. En la red social trató de justificar su actuación: “A veces uso un lenguaje colorido. Me voy a contener pero no dejaré de luchar apasionadamente por la agenda @realDonaldTrump”. A las pocas horas añadió un segundo tuit: “Cometí un error al confiar en un reportero. No volverá a suceder”.
Este enfrentamiento entre el jefe de gabinete y el Director de Comunicación de Trump deja en evidencia las tensiones dentro del equipo del presidente. Según Scaramucci, la relación que tiene con Priebus es fraternal: “Somos como hermanos. Hay hermanos que se llevan como Caín y Abel y otros discuten los problemas y luego los arreglan”. Queda por saber en qué grupo de hermanos están Scaramucci y Priebus.
AMPLIACIÓN: Scaramucci se despide
Después de lo sucedido, y tras la renuncia a su cargo del propio Priebus, le ha tocado el turno a Scaramucci. Distintas fuentes apuntan informaciones contradictorias. Según algunos medios como El País, el ya ex director de Comunicación de Trump, ha sido cesado por el propio presidente. Sin embargo, la BBC señala que habría sido él el que habría renunciado, amparándose en un comunicado emitido por la Casa Blanca, donde se dice que “Scaramucci consideró que era mejor dejarle al jefe de gabinete John Kelly un camino limpio y la posibilidad de conformar su propio equipo.
John Kelly, viene a sustituir, precisamente, a Reince Piebus. Distintas fuentes apuntan a que el general Kelly vendría a poner orden al caos emergente en el interior de la Administración Trump. El presidente de los Estados Unidos, por su parte, anunció en twitter este lunes que no existe tal caos, pero lo cierto es que Priebus y Scaramucci no son las únicas renuncias a las que hemos asistido últimamente. El que también fuera secretario de prensa y portavoz de Donald Trump, Sean Spicer, renunció a su puesto el pasado viernes 21 de julio. La renuncia de Scaramucci se produce tan solo 10 días después de su nombramiento
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