Cuando ocurre un suceso como el acaecido este jueves en Barcelona, las redes sociales juegan un papel fundamental, tanto para bien como para mal. Al ser las primeras vías de comunicación utilizadas, la confusión de los primeros momentos se contagia a una velocidad vertiginosa a miles de personas. Sin embargo también son una herramienta muy útil que provee de información valiosa a todos aquellos que, o bien se encuentran en la zona del suceso, o bien quieren simplemente información. Twitter ha sido la vía principal de acceso a esta información, que en pocos minutos convirtió Barcelona en trending topic.
Entre las acciones de mala praxis, se encuentran la difusión de imágenes y vídeos de carácter morboso y sensacionalista que empezaron a circular por las redes, recién acontecido el atentado, algo que parece ya inevitable en la era de la inmediatez, donde apenas unos minutos suponen una eternidad en Internet. Aunque es cierto que la respuesta de la comunidad tuitera fue contundente desde el primer momento, y rechazaron la difusión de este tipo de contenido. Hay que señalar que es especialmente grave que los medios de comunicación hicieran uso de estas imágenes escabrosas, sin respetar a las víctimas ni a sus familiares; así como la difusión de aquellas imágenes que podían entorpecer la actuación policial, a pesar de que la propia Policía Nacional había pedido no hacerlo.
Entre las actuaciones que hay que reconocer, está la inmensísima labor de comunicación que se llevó a cabo desde la cuenta de los Mossos d’Esquadra, desde la cual se dio información de la situación prácticamente en tiempo real y en varios idiomas. Lo mismo hay que decir la cuenta Emergències Catalunya, que desde el primer momento estuvo tuiteando, al igual que la cuenta de los mossos, tanto en catalán, como en castellano e inglés. Ambas cuentas, además de facilitar información, pusieron a disposición del público un número de teléfono para que todo aquel que pudiera ofrecer información tanto de lo ocurrido en las Ramblas, como más tarde en Cambrils. La labor de los Mossos también fue fundamental para acallar rumores que fueron surgiendo a lo largo de la tarde, por los que se decía que sucesos similares estaban ocurriendo en Reus, lo que resultó ser falso. Del mismo modo, esclarecieron informaciones contradictorias con respecto a los causantes de los atentados, a los cuales se les presuponía atrincherados en un restaurante cercano a la zona de las Ramblas, lugar donde ocurrió el atropello.
Fue gracias a la solidaridad de las personas que las redes sociales sirvieron para hacer una llamada a la donación de sangre a los hospitales de Barcelona, fundamental cuando ocurren sucesos como estos. La ciudadanía española se volcó con las víctimas y afectados que hicieron trending topic el hashtag #BedInBarcelona, para ofrecer asilo a todos aquellos que lo necesitaran en unos momentos de insoportable desorientación, sobre todo para los turistas y visitantes que no tenían casa ni hospedaje de ningún tipo en la ciudad. Idéntica situación se repitió tras los atentados de Cambrils, en Tarragona, con la etiqueta #BedInCambrils.
La red social se ha convertido en una correa de transmisión de mensajes de solidaridad y cariño con todas las víctimas de los atentados, así como de la enorme gratitud de la comunidad hacia la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, las cuales han vivido momentos de desmesurada tensión. A pesar de la confusión de los primeros momentos y la difusión de contenido totalmente fuera de lugar, la tarde-noche del jueves se ha convertido en una lección de buen uso de las redes sociales para mantener informada a la población y dar impulso mensajes útiles para la ciudadanía afectada.
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