Daban casi las doce de la noche cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, salió a comparecer ante los medios tras el atentado ocurrido en las Ramblas de Barcelona. El presidente se desplazó hasta la Ciudad Condal para saber de primera mano cómo se estaban desarrollando los acontecimientos y estar al lado de las víctimas. Fue desde Barcelona que el presidente se dirigió a la nación apelando sobre todo a la unidad de España.
Rajoy dedicó las primeras palabras a las víctimas y sus familiares y amigos. El presidente también quiso, en estas primeras palabras, reconocer la solidaridad de España y los españoles para con las víctimas de Barcelona, así como con las víctimas de todo el mundo donde han sufrido ataques yihadistas. En relación al ataque de ayer, Rajoy ha decretado luto oficial desde el día 18 hasta el día 20 de agosto.
Las llamadas a la unidad se hicieron constantes a partir de aquí. Rajoy señaló ante los medios que España que permanecerá “unido ante quienes quiere arrebatarnos nuestro modo de vida”. En ese sentido, el presidente quiso incidir en la idea de que “tanto el Gobierno, como el conjunto de los españoles” apoya la labor de los mossos y guardia urbana, así como en todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Este intento de reforzar la labor de los cuerpos de seguridad puede responder a las críticas que se han vertido sobre la Guardia Civil y su función en el Aeropuerto de El Prat, donde los trabajadores han desconvocado la huelga.
Dicho esto, Rajoy ha vuelto a mencionar la unidad de España en la lucha contra el terrorismo. En una clara alusión a la banda terrorista ETA, el presidente ha dicho que “a los terroristas se les vence con unidad institucional, con cooperación policial, con prevención, con apoyo internacional y con la firme determinación de defender los valores de nuestra civilización: la democracia, la libertad, los derechos de las personas”. A renglón seguido, Rajoy, ha señalado la importancia que tienen los acuerdos antiterroristas como los firmados en nuestro país. Una vez más articula su discurso en torno a la idea de unidad.
Tras volver a agradecer a la comunidad internacional y a sus gobiernos las muestras de cariño y solidaridad, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha querido acercarse al Gobierno catalán, apelando directamente a Puigdemont, al que ha dicho que el Gobierno central y el Estado estará a su disposición para ayudar a las familias y sentar ante la justicia a los responsables del atentado, y “reestablecer cuanto antes la seguridad ciudadana”.
El discurso de Rajoy termina, una vez más, haciendo alusión a que “toda España se conmueve con el mismo sentimiento que hoy se vive aquí en Barcelona”. Al tener un carácter global, ha señalado que “el terrorismo es la principal prioridad de las sociedades libres y abiertas como la nuestra”, y cree que la respuesta a este terrorismo debe ser del mismo modo global. De nuevo, sus últimas palabras han ido dedicadas a la unidad, al decir que “España es un pueblo unido en algunos valores de los que nos sentimos muy orgullosos: la democracia, la libertad y los derechos humanos. Hemos dado muchas batallas contra el terrorismo a lo largo de la historia, siempre las hemos ganado. En esta ocasión, los españoles, también, vamos a vencer”, ha concluido.
Críticas al discurso
Lo cierto es que las expectativas creadas alrededor del discurso acabaron defraudando a gran parte de los espectadores. Rajoy apareció tarde según muchos y en un tono mucho más distante del que nos tiene acostumbrados, si mostrar calidez ni cercanía. Rajoy tampoco admitió preguntas, y estuvo los más de seis minutos que duró su comparecencia leyendo el discurso. Esto contrasta con la actuación de otros dirigentes y responsables institucionales que se mostraron con mayor soltura y cercanía ante los medios, y los cuales sí permitieron preguntas. Las voces críticas señalan que pareció más un acto institucional que un mensaje de conciliación.
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