Los hospitales catalanes forman parte de las tres principales comunidades de salud más influyentes en redes sociales, incluyendo el Hospital Vall d’Hebron, el Hospital Clínic, el Hospital Sant Joan de Déu o el Hospital de Bellvitge, entre otros. Así lo evidencia un estudio que han llevado a cabo DKV Seguros y Alto Data Analytics tras analizar un total de 608.368 comentarios publicados por 101.979 autores diferentes en Facebook y Twitter durante los primeros meses del año. Con este análisis, la compañía aseguradora busca detectar los temas más relevantes y las comunidades y actores más influyentes del sector de la medicina y la salud en redes sociales.
Según los resultados del análisis de DKV Seguros, los perfiles de los hospitales catalanes tienen gran relevancia y se caracterizan por su amplia capacidad de difusión de información, además de ofrecer consejos y apoyarse en campañas globales (como el Día Mundial Contra el Cáncer) o incluso de programas propios. Como parte de sus contenidos, los hospitales publican sus avances y logros, centrándose en la mejora de su reputación y logrando publicar contenido de tono positivo.
En Twitter la comunidad de los hospitales catalanes solo se ve superada por la de los nutricionistas y la de los críticos, especialmente con la política sanitaria. Además, entre los 150 usuarios más relevantes, destaca el papel de médicos de familia, nutricionistas, hospitales y cirujanos. De ellos, el 66% corresponde a especialistas o centros dedicados al ámbito clínico, mientras que el 23% se vincula a la actividad docente.
En cuanto a Facebook, los hospitales lideran las comunidades más influyentes, además de centralizar los debates más destacados generados a partir de las noticias emitidas por ellos. Estos contenidos son de carácter principalmente informativo y con tono positivo, aunque también pueden existir comentarios negativos en relación a casos particulares.
El informe diferencia asimismo entre aquellas conversaciones dirigidas a la población general y aquellas para profesionales de la salud. En el primer caso, el debate se centra en consejos sobre distintas áreas, como la salud general, la nutrición o la psicología, entre otros. Por otro lado, los profesionales dirigen sus conversaciones tanto hacia cuestiones especializadas como aquellas centradas en el “paciente activo”, que defienden el buen trato al paciente y, en concreto, la mejora de la comunicación médico-paciente.
En relación a los contenidos de carácter negativo, además de centrarse en críticas al sistema sanitario, también se centran en la crítica a los tratamientos alternativos no reglados y al intrusismo laboral que suponen.
