El grupo Adolfo Domínguez refuerza su equipo directivo con la incorporación de nuevos profesionales en puestos clave. Entre estas incorporaciones se encuentra Mario Ávila Molina, nuevo Director de Comunicación de la firma. Ávila Molina trabaja para Adolfo Domínguez desde el año 2009, y ocupaba el puesto de Creative concept Manager. Su labor principal ha sido la del desarrollo de marca creando nuevos conceptos de Visual merchandising, tanto del ámbito nacional como internacional. Ha sido el responsable de sesiones fotográficas, diseño, creación e implementación de eventos y presentaciones a medios.
La experiencia de Mario Ávila Molina en marcas de moda es muy amplia. En 1990 empezó trabajando para Mango, como VM Team Coordinator, y lo hizo durante más de 11 años, hasta el 2001. Más tarde comenzó a trabajar para la exclusiva marca de moda Loewe, donde trabajó en el departamento de Window Dysplay Design hasta el 2009, año en el que empezó a trabajar para Adolfo Domínguez. Ahora Mario Ávila Molina será el nuevo Director de Comunicación de la marca de moda. El nombramiento de Ávila Molina responde a una estrategia de la marca por reforzar su equipo directivo.
Entre los cambios fundamentales llevados a cabo en Adolfo Domínguez está la incorporación de Antonio Puente al puesto de director de Operaciones (COO), quien se encargará de supervisar al nuevo comité de dirección. Puente estará solo por detrás de la directora general, Adriana Domínguez, máxima ejecutiva de la compañía. Junto a Mario Ávila Molina, el comité de dirección estará compuesto por Pablo Aranda Riveiro, director de E-commerce; y María Pérez Mantecón, directora de Control de Gestión. Los tres profesionales proceden de la compañía.
Intento de reflotar la compañía
Adriana Domínguez es la hija y heredera de Adolfo Domínguez. La mayor de las dos hermanas fue designada directora General de la marca en julio del presente año, y es la encargada de dirigir la esperada renovación de la compañía. Ha estado muy ligada a la comunicación de la empresa, liderando varios proyectos como el diseño de las ‘concept store’, gestión de marca y reputación.
Adolfo Domínguez está pasando por uno de sus peores momentos. La empresa afronta pérdidas por valor de 2,78 millones de euros en los tres primeros meses de 2017. Además han tenido que cerrar 157 tiendas en tan solo cuatro años, que se suman a las oficinas centrales de Madrid. Para evitar la sangría, Adriana Domínguez ha tomado la decisión de no solo revolucionar los puestos ejecutivos, sino de poner en marcha una campaña de comunicación que ponga a Adolfo Domínguez de nuevo en boca de los consumidores.
Con los embajadores de marca Luis Tosar e Inma Cuesta, pusieron en marcha una campaña donde se llamaba a los consumidores a hacerse un selfie y subirlo a sus redes sociales. De esa manera se busca visibilizar la marca a través de una campaña viral. Aunque la visibilidad no siempre se traduce en rédito económico, y parece que esto último es lo más importante para la marca en estos momentos. Adolfo Domínguez llevaba 10 años sin hacer una campaña publicitaria, sintomático de lo delicado de la situación por la que pasa la segunda empresa de moda más importante de Galicia.
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