Desde hace décadas la tecnología y la medicina se han unido para hacer de la fecundación y el embarazo procesos más seguros, tanto para la madre como para el bebé.
Los avances no han dejado de sucederse, desde la primera ecografía tal y como la conocemos, que data de 1968, hasta la creación de ecografías 5D, que ofrecen imágenes más nítidas y en tiempo real o productos que permiten captar sonidos del bebé como Angel Talk, un detector cardíaco que permite escuchar los latidos del bebé a partir de las 12 semanas de embarazo y captar patadas, golpes, latido e hipo.
El proyecto iFind, creado en Londres con un presupuesto de 10 millones de libras, es uno de los últimos avances en maternidad. ¿Su misión? Poder hacer ecografías rutinarias mediante tecnología magnética y ondas de radio para conseguir imágenes con detalle del bebé girando el cuello, jugando con el cordón, saltando, encogiéndose, etc.
Pese al amplio desarrollo de avances médicos y tecnológicos en el ámbito de la maternidad, pocas novedades se centran en mejorar la conexión sentimental madre-hijo. Conscientes de este hecho, en Tot-em quieren materializar mediante la tecnología momentos únicos de ese vínculo.
Esta joven firma de origen madrileño une artesanía, tecnología e innovación en un sólo concepto, al crear accesorios mediante la representación 3D de ondas de sonido, lo que, aplicado a la maternidad, permite grabar la primera risa, el primer llanto o los latidos del bebé. El resultado es una pieza única de joyería de diferentes materiales (madera, acero, plata, metacrilato) y de diversas formas (pulsera, collar, llavero, escultura), que permite a la madre, a través de un código, escuchar el sonido que grabó.
“Estaba buscando algo que representará la unión con mi hijo, algo que pudiera ver y tocar cada día y que me recordará para siempre los momentos con él”. Las clientas de Tot-em tienen claro que para una madre es muy importante el vínculo sentimental con el bebé y con una ecografía no basta. “Una ecografía está genial, te permite ver a tu hijo, pero tener sus latidos o su risa en mi muñeca no tiene precio”. En los primeros meses de vida se producen momentos únicos y Tot-em los hace imborrables: “Siempre me acordaré del primer llanto de mi hijo gracias a mi collar. Cada vez que lo veo me viene a la mente ese momento inolvidable para una madre”.
“Cuando creamos Tot-em fue precisamente para esto, para conectar a dos seres humanos de una forma especial, y no se nos ocurre nada más especial que la conexión madre-hijo que se produce en el útero”, afirman sus fundadores, Javier Jiménez y Javier Pérez. Además, “creemos que en un mundo donde las relaciones cada vez son más frías, debemos potencial las uniones entre seres queridos. Tot-em es una forma de recordar todos los días que tienes alguien que estuvo dentro de ti y te querrá siempre”.
En sus dos años en el mercado, Tot-em ha conseguido revolucionar el mercado de los obsequios y ya ha vendido más de 35.000 piezas en todo el mundo. Con una comunidad de más de 80.000 personas a nivel internacional, esta firma madrileña materializa el vínculo entra la madre y el bebé mediante la representación de las ondas del sonido en pulseras, collares, llaveros y piezas de decoración únicas y llenas de significado.