El retraso diagnóstico medio de la espondiloatritis axial (EspA-ax) se ha reducido siete años desde 2009, hasta los dos años y medio. Sin embargo, el Atlas de Espondiloartritis Axial en España 2017: radiografía de la enfermedad lo señala como uno de los principales problemas a resolver para mejorar la calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad inflamatoria crónica que afecta a la columna vertebral y a las articulaciones sacroilíacas limitando la movilidad.
Elaborado por la Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis (CEADE), la Universidad de Sevilla y el Instituto Max Weber, con la colaboración de la Sociedad Española de Reumatología (SER – grupo GRESSER-) y de Novartis, este estudio destaca el laberinto diagnóstico al que se enfrentan las personas con EspA-ax y la importancia de la correcta derivación para disminuir la discapacidad de los pacientes y aumentar su calidad de vida.
El inicio insidioso de la EspA-ax, caracterizado por la aparición de un dolor inflamatorio en el raquis que interrumpe el sueño en la segunda mitad de la noche y puede obligar al paciente levantarse y por la presencia de una rigidez matutina, provoca que el tratamiento no se inicie en las fases iniciales, agravando la enfermedad. En ello también influye su baja prevalencia y el hecho de no ser bien reconocida.
Aunque en los últimos años ha aumentado su detección precoz gracias a la incorporación de nuevos criterios y técnicas, como la resonancia magnética, que facilitan el diagnóstico antes de que se produzca un daño estructural suficiente para manifestarse en la radiografía convencional, únicamente un 25% de los encuestados para el Atlas de Espondiloartritis Axial en España 2017: radiografía de la enfermedad había sido diagnosticado en menos de 2 años, mientras que un 50% tardó más de 6 años y un 25% más de 12 años. La edad media a la que declararon haber sufrido los primeros síntomas asociados a la enfermedad (dolores, inflamaciones, rigidez) es 24,4 años, mientras que la edad media con la que fueron diagnosticados fue de 32,9 años.
Los resultados de la encuesta revelan la frecuente derivación incorrecta de los pacientes con dolores de espalda de patología inflamatoria por parte de Atención Primaria. De hecho, antes de ser diagnosticado, los pacientes con EspA-ax realizaron más visitas a fisioterapeutas y traumatólogos que a reumatólogos. Esto pone de manifiesto el importante papel del médico de primaria para reducir los tiempos de diagnóstico. Consecuencia del retraso diagnóstico, también es el coste. Incluyendo visitas y pruebas, asciende a 659,8 euros de media por paciente, aunque el rango varía entre los 39 euros y los 3.136 euros en función del momento de diagnóstico.