Sofocos, fatiga, sudor nocturno, problemas de sueño o cambios de estado de ánimo son alguno de los trastornos más conocidos durante el periodo de menopausia. Esta etapa de la vida de la mujer se distingue por la disminución de la actividad de los ovarios y de la producción hormonal, lo que provoca este tipo de cambios en el organismo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2030 habrá más de un billón de mujeres con más de 50 años. Este aumento de la esperanza de vida traerá consigo un aumento paralelo de la incidencia de enfermedades asociadas a esta etapa. Y es que, si tenemos en cuenta que las mujeres españolas tienen una esperanza de vida de 85 años, esto implica que vivirán aproximadamente el 40% de su vida con menopausia.
Este aumento de la esperanza de vida también lleva consigo un aumento del número de enfermedades relacionadas con este periodo vital de la mujer. “La menopausia afecta directamente a la salud bucal de la mujer y suelen ser problemas que se pasan por alto durante esta fase” indica Estela Arias coordinadora de la Comisión Médica de Vitaldent.
Asimismo, Arias, explica que “el descenso de la producción de hormonas durante la menopausia conlleva una serie de modificaciones en las encías, la mucosa bucal y el hueso que sostiene los dientes”. Al tiempo que advierte de que “estos cambios pueden hacer perder color a los dientes, alterar su forma e incluso provocar la pérdida de piezas. Además, es más frecuente la aparición de otros síntomas orales como la sensación de ardor o sequedad en la boca”.
Con motivo del Día Mundial de la Menopausia, la odontóloga y miembro de la Comisión Médica de Vitaldent, nos explica las patologías bucodentales más frecuentes que padecen las mujeres durante esta etapa:
- El síndrome de ardor bucal. Este síntoma suele ser más común en las mujeres postmenopáusicas, es decir, en mujeres en las que ya han cesado los ciclos menstruales. Se caracteriza por un ardor intenso y una sensación de quemazón que afecta principalmente a la lengua y, en ocasiones, a los labios y las encías. Además del ardor, esta afección puede dificultar la ingesta de comida, provocar sequedad bucal o dolor dental.
- Sequedad bucal (Xerostomía). Las glándulas salivales producen una secreción más pobre que puede desencadenar en el síndrome de la boca seca (xerostomía). A su vez, esto puede derivar en problemas para masticar, tragar, saborear alimentos o, incluso, hablar.
- Gingivitis descamativa. Durante la menopausia, y debido a la falta de producción de hormonas sexuales, muchas mujeres pueden presentar gingivitis descamativa. Se caracteriza por ocasionar separación de las capas externas de las encías dejando al descubierto las terminaciones nerviosas. Por este motivo, es más dolorosa y molesta; incluso el tejido que da soporte a las piezas dentales es tan frágil que se desprende simplemente al frotarlo. Si no se atiende oportunamente, la gingivitis pueden ocasionar un problema mayor de periodontitis.
- Caries radiculares. Debido a la gingivitis descamativa, la zona de la raíz del diente queda al descubierto, aumentando el riesgo de la aparición de caries en esta zona.
- Enfermedades periodontales y pérdida de piezas dentales. Estas enfermedades están relacionadas con los cambios en el hueso u osteoporosis durante la fase de la menopausia. Y es que hay que recordar que tres de cada diez mujeres sufren desgaste óseo como consecuencia de la menopausia. Este desgaste puede derivar en una afectación posterior a los huesos maxilares, provocando así que la enfermedad periodontal se acentúe.
De esta manera, para evitar que nuestra calidad de vida se vea afectada por este tipo de afecciones bucodentales, Estela Arias, aconseja “extremar los hábitos de higiene bucodental y acudir de forma periódica al especialista para valorar si se precisa o no de un tratamiento médico”.