La situación por la que pasa el país con respecto a la cuestión catalana está haciendo que los partidos políticos se muevan en arenas movedizas. Este contexto ha afectado sobre todo a los partidos que se encuentran a la izquierda del espectro político, que tienen que lidiar con el sentimiento plurinacional de su electorado (Podemos), o con las alianzas con partidos hermanos regionales con identidades nacionales muy fuertes (PSC y PSOE); mientras hacen una defensa de la legislación española y su Constitución. Y de los partidos de izquierda, el PSOE ha sido el partido que más contradicciones ha tenido en su discurso.
En julio de este año, con la crisis de Cataluña ya presente, pero lejos de convertirse en lo que es hoy, el PSOE, a través de su portavoz, Margarita Robles, decía que si el referéndum en Cataluña seguía adelante, aplicar el artículo 155 de la Constitucicón “nunca sería una solución procedente y nunca la apoyaríamos”. Estas declaraciones se producían después de que Pedro Sánchez y Mariano Rajoy se reunieran en la Moncloa para hablar precisamente del asunto catalán, entre otras cuestiones. En ese momento, ninguno de los líderes políticos preveía aplicar un artículo como el 155, pero el PSOE sí fue muy rotundo al afirmar que nunca lo apoyarían.
“El 155 nunca sería una solución procedente y por tanto no la apoyaríamos”
Los nunca…#Objetivo155 pic.twitter.com/EeJaR0Wew3
— MALDITA HEMEROTECA (@Mhemeroteca) 22 de octubre de 2017
Los hechos, sin embargo, han puesto en evidencia a los socialistas, que a pesar de su negativa a dar el apoyo a Rajoy en semejante escenario, han acabado haciéndolo este mismo sábado. Pedro Sánchez, Secretario General del PSOE, dice ahora que tenían dos opciones: “dar la espalda a España y prolongar la agonía de Cataluña o poner freno a cualquier intento de quiebra unilateral de nuestra convivencia, el PSOE opta por defender la Constitución”.
Pero estas explicaciones no han convencido a todo el mundo en el seno de los socialistas, como tampoco lo han hecho en el de su partido hermano el PSC. El mejor ejemplo de esto ha sido la dimisión de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, Núria Parlon (PSC). En el comunicado emitido por el PSOE no se hace referencia a lo motivos explícitos por los que Pardon renuncia a su cargo. Solo al final se menciona que “dada la situación actual de máxima tensión en Cataluña respetamos la decisión de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet de no formar parte de la dirección de la CEF (Comisión Ejecutiva Federal)”.
Pero lo cierto es que Núria Pardon forma parte del grupo de tres alcaldes del PSC que instan a su partido a rechazar de manera frontal las medidas que ha pactado Mariano Rajoy con el PSOE en la aplicación del artículo 155, por el que Cataluña queda intervenida por Gobierno central de manera absoluta. Que finalmente, PP y PSOE hayan llegado a un acuerdo para la aplicación de dicho artículo, ha superado lo que Parlon estaba dispuesta a aguantar y ha dimitido. Este episodio evidencia como las discrepancias dentro del PSOE pueden llegar a provocar una crisis de partido.
Dirigentes y exdirigentes del PSC (@robiols @laiabonetrull @eduardrivas…) piden a su partido, “el último puente”, que no apoye el 155 pic.twitter.com/pQDsSrnkU7
— Raúl Montilla (@raulmontillacor) 22 de octubre de 2017
María Antonia Trujillo criticada en Twitter por su comentario
La que fuera ministra de Vivienda con José Luis Rodríguez Zapatero ha sido fuertemente criticada por un comentario que ha sido denominado por muchos usuarios como “catalonófobo”. La exministra socialista decía que no volvería a ir a un restaurante Foster Hollywood porque le habían servido botellas de agua de la marca Fontvella. Este comentario le costó a María Antonia Trujillo enormes críticas por los usuarios de la red social, que la acusaron de ‘echar más leña al fuego’, siendo contestada incluso por la periodistas Pilar Rahola.
Una ex ministra socialista y doctora en derecho constituicional fomentando el diálogo y la convivencia https://t.co/mVuPu4nmEd
— Pilar Rahola (@RaholaOficial) 22 de octubre de 2017
Este hecho, que podría parecer menor, pone de manifiesto la división que se vive en el seno de los socialistas y entre los propios militantes. Veremos si esto pasa factura de cara a su electorado, en las elecciones que están previstas para Cataluña dentro de seis meses.
Seguiremos informando…
