En la Tierra a jueves, diciembre 26, 2024

Los pediatras de Atención Primaria insisten en la importancia de la vacunación antigripal

Este año el buen tiempo se ha prolongado más de lo habitual y esto ha retrasado el inicio de las campañas de vacunación antigripal, que están poniéndose en marcha estos días en las Comunidades Autónomas. Aunque a veces sus síntomas se confundan, resfriado y gripe no son lo mismo. La gripe es una enfermedad producida por un virus, que produce fiebre y, principalmente, aunque no de forma exclusiva, síntomas respiratorios como congestión nasal, molestias de garganta, tos seca, dolor de cabeza y dolores musculares, así como pérdida de apetito y malestar general.

Aunque se trata de una enfermedad causada por un virus, pueden producirse complicaciones por otros virus o bacterias, “las más frecuentes son neumonías, otitis, sinusitis y bronquitis, además, puede empeorar enfermedades crónicas que padezca el paciente, como asma, diabetes, enfermedades cardíacas, neurológicas o respiratorias”, explica la Dra. María Rosa Albañil, pediatra y miembro del Grupo de Trabajo de Patología Infecciosa de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).

La enfermedad se contagia por vía respiratoria a través de las gotitas que eliminan las personas enfermas al hablar, toser o estornudar, también puede transmitirse por contacto directo a través de superficies contaminadas por el virus. “Los niños ocupan un lugar muy importante en la propagación de la gripe, por ello es muy importante no solo la prevención, sino también enseñarles a mantener medidas generales de higiene como lavado de manos frecuente y, especialmente tras contacto con secreciones, evitar tocar ojos, boca y nariz y tapar boca y nariz con el brazo antes de estornudar o toser”, afirma la experta.

De este modo, y puesto que la gripe está causada por un virus, “es importante recordar a los padres que los antibióticos no son eficaces para tratarla, aunque sí puedan ser útiles para tratar algunas complicaciones de la gripe causadas por bacterias”, explica la Dra. Albañil.

Según datos del Eurobarómetro de 2016, la población española tiene creencias erróneas sobre el uso de los antibióticos: un 48% de los españoles dice que matan a los virus y el 45% cree que son efectivos contra resfriados y gripes. De ahí la importante labor de los pediatras que llevan a cabo iniciativas de divulgación e información dirigidas tanto a padres como a cuidadores. Además, en la web Familia y Salud de la AEPap se incluyen varios documentos y materiales sobre uso racional y utilidad de antibióticos y resistencias microbianas, así como el Decálogo del buen uso de los antibióticos.  

Importancia de la prevención de la gripe mediante la vacunación

La vacuna de la gripe debe administrarse cada año ya que el virus gripal experimenta cambios de forma periódica y la vacuna debe adaptarse a estos cada temporada, siendo la Organización Mundial de la Salud (OMS) el organismo que cada año recomienda cómo debe ser la composición de dicha vacuna. La eficacia de la vacuna comienza a las dos semanas de su administración y dura meses, además, “su porcentaje de eficacia es de entre 50-65 % siendo menor en niños menores de 2 años de edad”, apunta la Dra. Albañil.

 

Según advierten desde la AEPap deberían vacunarse contra la gripe los siguientes grupos:

  • Todas las personas mayores de 65 años.
  • Personas de entre 6 meses y 65 años con mayor riesgo de complicaciones; siendo estos los que padecen enfermedades crónicas que afectan a distintos sistemas como por ejemplo respiratorio, cardiovascular grave, metabólico, renal, hematológica, etc.; pacientes que presenten enfermedades o reciben tratamientos que disminuyen las defensas. Así como personas malnutridas, con obesidad importante,  antecedentes de prematuridad,  pacientes con  síndrome de Down,  personas  que siguen tratamiento continuado con ácido acetilsalicílico, embarazadas y niños de 6 meses a 5 años institucionalizados tutelados por la administración.
  • Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones; incluyendo convivientes con lactantes de menos de 6 meses, trabajadores sanitarios y cuidadores de ancianos o de enfermos crónicos, entre otros.
  • Grupos de profesionales cuyo trabajo tiene una importante repercusión en la sociedad; como es el caso de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, bomberos, servicios de protección civil y emergencia, trabajadores de instituciones penitenciarias y centros de internamiento.
  • Trabajadores en contacto con aves con sospecha o confirmación de infección por virus de gripe aviar altamente patogénico.

También es importante conocer las contraindicaciones de la vacunación antigripal en algunos de escenarios muy concretos que deben comentarse con el pediatra de Atención Primaria:

  • Niños menores de 6 meses.
  • Alérgicos al huevo o con antecedentes de reacción alérgica severa a la vacuna de la gripe.
  • Durante enfermedades con fiebre alta.
  • Precaución y valoración de riesgo individual en pacientes que hayan presentado síndrome de Guillén Barre y /o púrpura trombopénica autoinmune después de haber recibido una dosis de vacuna antigripal.

“Nos gustaría insistir en la necesidad de vacunación que tienen las personas en los que la vacuna está especialmente indicada, ya que las tasas de vacunación en estos grupos de riesgo siguen siendo bajas”, concluyen desde la AEPap.

 

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