La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha presentado este lunes la camiseta que lucirá La Roja en el próximo Mundial de Rusia 2018 y la elástica no ha parado de generar comentarios a lo largo de todo el día. La mezcla de paletas entre el rojo y el azul ha conformado una franja donde se fusionan en un tono morado que junto al amarillo y el rojo base de la camiseta de nuestra selección más se parece a los colores de la bandera republicana que otra cosa.
Sin embargo, dejando a un lado toda la polémica surgida en torno a este hecho y más en pleno proceso independentista de Cataluña, la duda a estas alturas sigue siendo si los aficionados españoles podrán ver por televisión el Mundial de Rusia. Las cadenas en abierto (Mediaset, Atresmedia y TVE) y la FIFA han finalizado sin acuerdo una segunda ronda negociaciones, porque de nuevo las pujas realizadas por todas ellas han estado por debajo de las expectativas económicas del máximo organismo del fútbol.
Recordemos que el paquete en abierto incluye un total de 27 partidos entre los que se encuentran todos los que dispute La Roja, un encuentro diario de prime time, los octavos, los cuartos, las semifinales, la final y el choque por el tercer puesto. Si hablamos de cifras la FIFA estima el montante de estos contenidos en cerca de 35 millones de euros, mientras que las televisiones en abierto parece que no estarían dispuestas a ofrecer más de 20 millones. Las malas previsiones publicitarias y el miedo al papel que desempeñe La Roja convierten a este producto en toda una incógnita de rentabilidad para las cadenas.
De esta manera y a falta de ocho meses para la celebración del Mundial de Rusia 2018 nuestro país sigue siendo uno de los pocos sin contar con una ventana donde ver dicho acontecimiento futbolístico de primer nivel. La falta de acuerdo con las televisiones en abierto lleva a la FIFA a poner su foco en el pago, aunque Mediapro ya ha manifestado que no está interesado en eventos como Eurocopas o Mundiales. Así lo afirmaba recientemente su socio y fundador, Jaume Roures, en una entrevista en El Partidazo de COPE. Roures apuntaba que “no nos interesan las competiciones que duran ‘cuatro días’, nos interesan como residuales”.
Jaume Roures explicaba entonces ante la pregunta de Juanma Castaño que “el Mundial viene condicionado porque tiene que haber ‘x’ partidos en abierto, por tanto lo que se va al pago es una cosa muy secundaria con respecto a la audiencia y a los abonados y nosotros podemos optar, en algún caso, a segmentos del pago que son muy secundarios”. Es aquí donde pueda estar una de las claves de las negociaciones, un sistema mixto donde el abierto y el pago lleguen a un acuerdo para la emisión de la cita mundialista de manera conjunta.
No obstante, a diferencia del interés mostrado y reconocido por Mediaset, Atresmedia y RTVE para hacerse con estos derechos (sus pujas ante FIFA son el mejor ejemplo) en el caso de la televisión de pago la situación no sería la misma. Operadores como Movistar+ o Mediapro no tendrían a día de hoy estos contenidos como una de sus prioridades. El culebrón, por tanto, se mantiene una vez en España por la compra de los derechos del fútbol como ocurrió con la pasada Eurocopa cuando Mediaset se hizo su retransmisión tan sólo un mes antes del arranque de la competición.
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