A pesar de que la cirugía radical para extirpar la próstata es el tratamiento más recomendado para cánceres localizados, éste tiene un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes. Especialmente preocupantes son los aspectos relacionados con la incontinencia urinaria y la sexualidad, sobre todo en pacientes jóvenes, con pareja o aquellos con un cáncer de próstata localizado, que pueden llegar incluso a sufrir ansiedad o desajustes emocionales . Para prevenir estas posibles secuelas, tan limitantes para los varones, ResoFus permite eliminar el cáncer de próstata sin dañar ni los nervios ni el tejido sano de alrededor, logrando así un menor impacto en la función eréctil y urinaria y, en consecuencia, un menor impacto psicológico.
“El tratamiento del cáncer de próstata mediante cirugía convencional falla en dos puntos que suponen graves consecuencias para la calidad de vida del hombre: la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil. Ahora, con ResoFus es posible preservar los nervios de la región, y por consiguiente permite que el paciente tenga un mayor dominio de sus funciones sexual y urinaria después del tratamiento”, explica el Dr. Marc Serrallach, urólogo de ResoFus Alomar.
El 81% de los pacientes padece disfunción eréctil después de someterse a la cirugía convencional . Entre ellos, los menores de 65 años presentan mayor ansiedad y más dificultades y necesidades relacionadas con la sexualidad . Estos cambios en su vida sexual pueden además ocasionar efectos negativos en su estado emocional, alterando incluso la percepción de su propia masculinidad. Son varios los expertos que aseguran que esto puede repercutir incluso en su estado físico en forma de cansancio, apatía y desmotivación .
Por otro lado, el 16% de los pacientes sometidos a cirugía convencional presenta síntomas leves de incontinencia urinaria, un 34% moderados y el 34% severos, según un estudio publicado en el Journal of Social and Clinical Psychology2. “Algunos hombres viven la incontinencia como una humillación, con angustia ante la posibilidad de mancharse o de oler y un gran temor a tener que usar una sonda o pañales”, explica el Dr. Serrallach.
Otra de las ventajas de este tratamiento es su carácter ambulatorio, dado que no es necesario realizar ninguna incisión que implique revisiones post-operatorias. Los ultrasonidos de alta frecuencia son dirigidos mediante un dispositivo introducido a través del conducto urinario bajo anestesia local. Al no haber incisión quirúrgica, y gracias a su precisión nanométrica, no hay necesidad de hospitalización y los pacientes recuperan rápidamente su calidad de vida desde el mismo día del tratamiento.
La baja agresividad del método de ResoFus lo convierte en un tratamiento también apto para pacientes de entre 70 y 80 años, para los que la cirugía convencional ya no es una opción y hasta ahora sus únicas alternativas eran la radioterapia o la vigilancia.