Las presentaciones han dejado de ser lo que eran. El Power Point coñazo ha dado paso a todo tipo de despliegues. Hoy es posible que nos hagan una presentación subiendo nuestros ojos a un dron, y soltándolo desde el espacio sideral. Todo está por ver y llegar, pero tiempo al tiempo.
José Luis Rodríguez, el del Foro de la Nueva Economía, se las ve y desea cada vez que el Ritz salta por los aires con un desayuno. Hay veces que apiñan, las menos, y otras optan por colocar un café, un plasma y uno que habla. Al actual Presidente le hemos acusado de comparecer desde la habitación de al lado, por plasma, y sin dar la oportunidad de poder preguntar a lo Trump. Y le criticamos, como no podía ser de otra forma. Hasta nos llamaron de Moncloa para censurar nuestra posición ante tan maña utilización del espacio plasmático.
El Plasma transporta alimentos a nuestras células. Lleva el Oxígeno a nuestros tejidos gastados o estropeados. El Plasma es vital para regenerar, eso me cuentan en cornerdiabetic.com. No es publicidad es Plasma en estado puro y enriquecido. Espectacular para cualquier recuperación.
Los abogados de donde sean, da igual, dicen que el prófugo Puigdemont no puede tomar razón de su cargo por el plasma. Pues vaya putada para él. Y vaya despropósito para el resto, que esperábamos ver de la sutileza comunicativa, y del quiebro de caderas del parlanchín, para dejar sentado al personal. Le han pillado, no quedan salidas posibles. Se cierran las puertas al regate, y se abren las puertas de la celda, en la que seguro habrá un plasma. Porque las fuerzas de seguridad del Estado duermen en la calle, y mal comen. Pero en la celda de Carles no podrá faltar un plasma. Aquel en el que podrá mesar sus cabellos en franca retirada. Hoy, por el plasma, seguiremos de cerca las andanzas de este ínclito ex presidente, que creyó que podría jurar amor y servicio a Catalunya, desde la lejanía, desde el plasma.
El Plasma mató a la estrella de la radio.