La consultora de comunicación Llorente y Cuenca ha presentado un estudio junto con Dirse titulado ‘El papel del dirse en la nueva empresa’ que analiza en profundidad los nuevos retos a los que se enfrentan las empresas, poniendo en evidencia cómo la responsabilidad tendrá un rol fundamental para su gestión y resolución satisfactoria.
Actualmente, la creciente exigencia de responsabilidad por parte de los grupos de interés a las empresas sitúa el futuro de los directores de RSE en un momento y posición vitales para su desarrollo. Ahora están ligados al modelo de negocio dentro de las organizaciones, quedando así al margen aquellos debates sobre el nombre o la ubicación de las distintas áreas de negocio dentro de la organización. Los dirses que vienen son profesionales ligados a una estrategia de negocio que van a desarrollar funciones integradoras y visionarias junto con el CEO y los foros de decisión.
Éstas y otras conclusiones son las extraídas del estudio de Llorente y Cuenca, durante cuyo encuentro se han ido desgranando los posibles ejes que los dirses pueden orientar para desarrollar esta función integradora. Francisco Hevia, presidente de DIRSE, ha explicado que “atrás quedó el greenwashing, hoy prácticamente inviable. Las empresas ahora deben liderar iniciativas con vocación transformadora y de la mano de un propósito. Y para ello el apoyo explícito de un CEO convencido será determinante”.
A la presentación asistieron los directivos de RSE más influyentes de nuestro país, más de 20 profesionales con una larga trayectoria en el sector. Analizaron tendencias, perfiles, legislaciones e informes de ámbito nacional e internacional.
Además de presentar las conclusiones del estudio ya mencionadas, se desarrollaron dos mesas de debate. La primera, conducida por Javier Garilleti, director general de la Fundación EY y vocal de dirse, analizó los retos y oportunidades del dirse ante la nueva empresa. La segunda mesa estuvo liderada por Juan Cardona, director de liderazgo y posicionamiento de Llorente y Cuenca, donde trataron la relación del dirse con los grupos de interés.
El éxito de la acción
Juan Cardona fue el encargado de cerrar el acto, exponiendo algunas conclusiones del estudio para orientar a los directores de RSE y que tengan éxito en sus nuevos retos:
– Impulsar la transformación desde el “cómo” se hacen las cosas. Los dirses apuntan a seguir siendo los perfiles más transformadores de las empresas y deben desarrollar un papel trascendente y fundamental de cara a impulsar el cambio en el modo de hacer y de relacionarse de las empresas con sus grupos de interés y con su entorno.
– Identificar tendencias con antelación. Los dirses crecerán en influencia en la medida en que sean capaces de adaptarse al nuevo modelo y aportar valor en su papel como radar de tendencias, conocimiento del negocio, así como de su habilidad para identificar los factores que marcarán las prioridades de la sociedad en el futuro.
– Buscar alianzas. Es ahora cuando estos profesionales se encuentran en un momento óptimo debido al cambio que se está produciendo a causa de las convergencias que están teniendo lugar entre las industrias y que están generando nuevas formas de colaboración.
– Traducir los mensajes para que calen en los foros de decisión. Los dirses deben conseguir que la estrategia de sostenibilidad esté planteada desde un lenguaje coherente y cercano con los retos que se plantee su empresa. Deben conseguir calar en los foros de decisión, captando su interés y confianza, y conectándose con la estrategia, pero siempre buscando trascender y responder a las necesidades de los principales grupos de interés.
– Sacar la RSE de sus fronteras para movilizar interna y externamente. Se requiere un nuevo modelo de comunicación bidireccional cuya base de relacionamiento pivote en dos palancas fundamentales: Transparencia y Confianza. Este nuevo modelo debe impactar en la cultura interna de las empresas y en su forma de relacionarse con el entorno.
– Involucrarse en la definición del propósito. A pesar de que su figura deberá a veces vincularse a un modelo de prevención y gestión del riesgo, los dirses serán, sobre todo, una de las herramientas fundamentales para la definición del propósito de la empresa, cuestión determinante en la hoja de ruta del negocio.
– Ganar el apoyo explícito del primer ejecutivo. El dirse debe encontrar un hueco desde el que poder seguir implicando al primer ejecutivo de la compañía para que de coherencia y condicione, de manera efectiva, la cultura interna a través de dicho propósito. Todo esto sucederá, siempre y cuando este cambio de modelo se impulse desde la transversalidad y poniendo en valor los esfuerzos de las áreas que se impliquen en él.
– Hacer y contar, de forma que se entienda. La comunicación, otra de las armas secretas del dirse, deberá hablar de impacto y de historias, y siempre desde la transparencia. Los mensajes deberán ser adaptados y menos endogámicos para facilitar que sean comprendidos fuera del ámbito de la RSE.
– Llegar al consumidor. El dirse, además, en el universo del Big Data, tendrá un papel decisivo dibujando las líneas rojas que definan la forma de comunicar y relacionarse con los consumidores, para garantizar que se lleva a cabo siempre de forma ética y responsable.
– Dejar su huella en los procesos de innovación. Los procesos de innovación vienen marcados por los procesos colaborativos con distintos grupos de interés clave, y el dirse debe definir los objetivos y retos y coordinar entre los grupos de interés para salvaguardar los intereses de todos a través del diálogo y la empatía.
– Y como elemento imprescindible, saber explicar su función. Los dirses deberían ser capaces de explicar su función y su relevancia dentro de la organización.
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