La de hoy es una noche de reencuentros en TVE. Se estrena Desaparecidos, el programa que mantiene la esencia de ¿Quién sabe dónde? y que devuelve a la televisión a Paco Lobatón. Pero en este caso delega la presentación del espacio en Silvia Intxaurrondo, reservándose como director y pequeñas apariciones en cada uno de sus programas. En más de 20 años, son muchas las cosas que han cambiado, por eso, Paco Lobatón nos cuenta cuáles son los cambios en este renovado Desaparecidos.
Para Paco Lobatón Desaparecidos cumple una función pública que busca luchar contra una realidad social que afecta a 4.000 personas en nuestro país en la actualidad. Darle visibilidad a esos casos y adaptarse a las herramientas disponibles en el siglo XXI son algunos de los objetivos más importantes que tanto él como su equipo se han propuesto.
Desaparecidos llega a la televisión, tal y como reconoce Paco Lobatón, para “suplir una carencia o un déficit enorme que tienen las televisiones al tratar de forma episódica y ocasional los casos de desapariciones”. La intención es obtener resultados basados en un tratamiento continuado y acompañar a las familias de las personas desaparecidas: “Como sociedad les debemos ese amparo”.
En la actualidad, la sociedad ha quedado impactada con casos como el de Diana Quer. Los límites entre información y la intromisión suele ser objeto de crítica. Sin embargo, en Desaparecidos tienen muy claro cuáles son las fronteras que no van a sobrepasar, así lo asegura su director: “El límite está en no contar más de lo que sea necesario para ayudar a que el caso pueda resolverse. Por tanto, no interferir en las investigaciones que se puedan poner en marcha o las que se puedan abrir y no añadir sufrimiento y dolor al que ya tienen las familias”, asegura.
Sobre Silvia Intxaurrondo, presentadora de Desaparecidos, Paco Lobatón no sólo tiene elogios y buenas palabras, además la considera una elección “coherente con el contenido del programa”. Desaparecidos llega a La 1 para quedarse la noche de los miércoles y con un desafío principal, el de conquistar el corazón de la gente y conseguir el apoyo de la audiencia a partir de un tratamiento” respetuoso, sensible y cuidadoso”.
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