La medición de la grasa intra-abdominal o visceral, cuya acumulación supone un importante peligro para la salud, hasta ahora había resultado “invisible” para los métodos diagnósticos habituales. Sin embargo, gracias a una nueva técnica denominada Densigras, desarrollada por especialistas de CETIR – ERESA (Grupo ASCIRES), ya es posible conocer con detalle cuando este exceso de depósitos grasos se convierte un auténtico riesgo.
Este nuevo método permite complementar el diagnóstico de múltiples patologías asociadas al exceso de grasa visceral, gracias al uso avanzado de la densitometría junto a la creación de un algoritmo biomédico específico, diseñado para evaluar diferentes tipos de tejidos adiposos, incluso en aquellos pacientes que no muestran signos evidentes de sobrepeso.
Y es que el exceso de peso tiene consecuencias que van más allá de lo evidente, y que también se manifiestan en la acumulación de este tipo de tejido adiposo que rodea algunos órganos de nuestro cuerpo y se vincula al desarrollo de distintas enfermedades, tales como la diabetes, la hipertensión y ciertos tipos de cáncer que afectan al colon o a próstata. Todo un factor de riesgo cuyo impacto sobre nuestro bienestar es aún mayor que el de la grasa subcutánea, aunque esta última sea la que más nos preocupe, especialmente, debido a su impacto estético.
“Este proyecto dio su primer paso hace unos años, cuando empezamos a estudiar como la densitometría podría dar respuesta a necesidades de los médicos e investigadores que no estaban cubiertas por otras técnicas diagnósticas. La asunción de que todos los pacientes tienen singularidades propias nos estimuló para desarrollar la forma de estimar por separado los diferentes tipos de grasa corporal” ha explicado el Dr. Luís del Río Barquero, director científico de CETIR y responsable del área de densitometría en Grupo ASCIRES.
“Combinamos esta idea con la reconstrucción de la geometría del abdomen, de forma que pudiésemos adaptar esta prueba a cada paciente específico. Esta es la otra gran novedad que aporta esta tecnología de diagnóstico: la medición de la grasa intra-abdominal se realiza de forma personalizada y teniendo en cuenta la morfología de cada individuo, lo que ayuda a detectar sus posibles riesgos y a optimizar su tratamiento farmacológico”, ha continuado el experto.
Una alternativa de precisión al TAC
El desarrollo de Densigras supone un paso adelante en el campo del diagnóstico por imagen, ya que facilita una fotografía mucho más completa y definida del abdomen del paciente que la proporcionada por otros métodos como el TAC, hasta ahora considerado como el procedimiento más completo para estudiar el valor de grasa visceral. “Con esta nueva prueba estamos consiguiendo una mayor exactitud, sin necesidad de someter a dosis altas de radiación al paciente y evitando las posibles imprecisiones que los movimientos del paciente puede generar”, ha destacado el especialista.
La investigación en torno a esta tecnología, de la que ya se han beneficiado más de un centenar de personas, también presenta tiene un notable valor para la investigación científica, ya que permite obtener información mucho más detallada sobre los procesos metabólicos que influyen en la producción de este problemático tejido graso que todavía plantea muchas incógnitas a médicos e investigadores.