Los movimientos en las filas del independentismo catalán para hacerse con el control de los medios públicos en un momento tan sensible como el que vive Cataluña ya han comenzado. La Presidencia de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), el organismo que aglutina a los medios de comunicación que gestiona la Generalitat (TV3 o Catalunaya Radio, entre otros) está próxima a cambiar de manos y ya hay quien maniobra para hacerse con un puesto tan estratégico y con tanto poder social en el ámbito autonómico.
En este contexto hay un nombre que está haciendo muchos esfuerzos por influir en este proceso de relevo en el mando de la CCMA. Se trata de un viejo conocido de los medios en Cataluña y actual presidente del Consejo del Audiovisual Catalán (CAC),Rogger Loppacher, que según las informaciones publicadas por medios como Crónica Global está moviendo los hilos en la sombra para hacerse con una silla estratégica en todos aquellos que aún ven futuro en la fantasía secesionista catalana.
Para muchos Loppacher puede ser un completo desconocido fuera de Cataluña, pero sus ‘orígenes’ podemos encontrarlos en los confines del pujolismo. El actual presidente del CAC empezó a su escalada de ‘poder’ dentro del sector en 1993 de la mano del Gobierno de Jordi Pujol. Fue entonces cuando Roger Loppacher fue nombrado jefe de Gabinete del Servicio Catalán de Salud.
A lo largo de su carrera profesional Loppacher ha desempeñado puestos de alta responsabilidad en el Departamento de Enseñanza (subdirector General), Departamento de Gobernación e Interior (secretario General) o los Medios audiovisuales (director General). No obstante, el presidente del CAC perdió parte de su influencia durante el gobierno del tripartito, algo que volvió a revertir tras la llegada de CiU a la Generalitat. Ahí volvió a colocarse en la primera línea mediática y de responsabilidad dentro de Cataluña.
Un historial marcado por decisiones partidistas
Sin embargo, la gestión de Roger Loppacher al frente del CAC está plagada de decisiones polémicas. Una de las más recientes fue el uso de su voto de calidad al frente del organismo de control de los medios catalanes para permitir que TV3 y Catalunya Radio emitieran publicidad gratuita y masiva del referéndum del 1 de octubre, un contenido declarado ilegalmente por el Tribunal Constitucional.
Anteriormente y con motivo del referéndum del 9N, Lopaccher anunció la apertura de expediente a las cadenas privadas de radio catalanas por negarse a emitir publicidad de la consulta también considerada ilegal por los tribunales. El problema llegó con la resolución judicial que obliga a Artur Mas y a Fracesc Homs a responder con su propio patrimonio de aquellas acciones permitidas por ambos ese noviembre, una decisión que provocó que Loppacher hiciera caer en el olvido esos expedientes.
Así las cosas, Roger Loppacher estaría siguiendo la premisa de “nadar y guardar la ropa” con el objetivo de allanar su camino hacia la presidencia de la CCMA, pero siempre desde los entresijos del ámbito menos público de los medios de comunicación catalanes. Esta parece ser la máxima de quien está empeñado en buscar los apoyos necesarios en las bancadas independentistas para asaltar la cúpula de la radiotelevisión catalana.
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