Hace muchos años que vivimos los cambios en el mercado de los medios de comunicación, y por ende de las agencias, que tanto monta, perdón, no es verdad. Las consultoras, o mejor dicho, algunas consultoras montan tanto que nadie monta. Hoy, en un restaurante de toda la vida, del Madrid de La Moncloa de nuestra juventud. A mesa y mantel, un poco más caro que un menú, pero excelente, gracias Hermógenes por esos chipirones en su tinta. Pues eso, que compartía mesa con una de las más grandes, me pide discreción, concedida. Y, me cuenta las nuevas formas que inventan algunas de su competencia, que aconsejan, a través de su influencia en elconfidencial.com (esto es como lo de ‘Yo paro la rotativa de El País’), que se haga tal o cual movimiento, en busca de sacar el departamento, y llevarlo a su casa. Esto no es externalización, se parece más a un secuestro intelectual. Y, si es verdad que éste es el ‘nuevo mercado’ volvemos a la casilla de salida. Nuevos avezados, avanzados, dispuestos a destrozar el trabajo de todos para llevar el ascua, a una cada vez más famélica sardina.
Se quejaba de en manos de quiénodas las tertulias, incluyendo las de natación sincronizada. El resto parece que están de durmienda. Y, como no hay dos sin tres, me decía y hacía ver la importancia de volver a interesar a las empresas, y que el trabajo sea valorado y pagado. El asesoramiento en muchas de las nuevas formas de entender el mercado tienen que venir de las necesidades de los clientes, y no del laboratorio americano de tal multinacional donde cobran un dineral por una idea a la que no ponen ni nombre. Está claro que es el pago de un impuesto al pensamiento anglo. Hay que hacer comunicación para todos, pero con el sello de cada uno, con la esencia y la forma de respirar de cada empresa. No vale que todos sean iguales, y que mucho menos hagan lo mismo. ¡Menudo enfado tenía mi querida amiga! Pero tiene mucha razón, por no decir toda. La verdad es que nos queda mucho por hacer, pero cargarnos el juguete es de inútiles. La Comunicación debe existir, y todos debemos creer y empujarla, y a los que quieran correr demasiado, ya nos dice la experiencia que acabarán en la cuneta de los que pararon a repostar.
Sí hay trabajo, y hay necesidades. Estamos en un mercado que tiene que crecer y alimentar e informar a la sociedad que nos demanda y mantiene. Lo fácil es plantear salidas que hacen que el mercado y el pensamiento se secuestren en un intento de enriquecer a una parte, el resto debe dar igual, pues no, el resto son todos los demás que sí creen, luchan e innovan en un intento de enriquecer nuestra sociedad. Gracias a los que así lo ven. A los otros, gafas de visión nocturna.
A volar con IBERIA…
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