En la Tierra a domingo, diciembre 22, 2024

Las dimensiones en la brecha de género para las mujeres con discapacidad

Inserta Empleo, la entidad de Fundación ONCE para la inclusión laboral y la formación de personas con discapacidad, organizó este martes el Desayuno Por Talento ‘Las distintas dimensiones en la brecha de género para las mujeres con discapacidad’, un encuentro informativo en el que senadoras y diputadas del PP, PSOE, Ciudadanos y Unidos Podemos debatieron sobre la brecha de género desde ámbitos como la igualdad, la violencia de género, el empleo, la educación o la discapacidad.

El desayuno, celebrado en el auditorio Torre ILUNION, contó con la participación de la presidenta de la Comisión de Igualdad del Senado y ex secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero; la portavoz adjunta de Ciudadanos en el Congreso, Melisa Rodríguez; la secretaria ejecutiva de Educación y Universidades del PSOE y portavoz de Educación del PSOE en el Congreso, Mariluz Martínez Seijo, y la senadora de Unidos Podemos y secretaria segunda de la Comisión de Igualdad del Senado, Pilar Lima.

En el acto, moderado por el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa, estuvieron también presentes la secretaria general de Fundación ONCE, Teresa Palahí, y la directora general y secretaria general de Inserta Empleo, Virginia Carcedo.

Las representantes de los cuatro principales partidos políticos coincidieron en que la brecha de género es una problemática que necesita ser afrontada con el compromiso real de toda la sociedad, especialmente después de las movilizaciones del pasado 8 de marzo, que han demostrado que “la defensa de la igualdad y de los derechos de las mujeres se ha convertido en una cuestión global de todos”.

Igualdad y violencia de género

Durante su intervención, Susana Camarero destacó que el Pacto de Estado sobre violencia de género aprobado recientemente “tiene que ser la hoja de ruta para luchar contra esta lacra social”. “Hay que vigilar que las administraciones del estado, autonómicas y locales, las instituciones y la sociedad civil lo pongan en marcha”, dijo.

Este Pacto de Estado incluye 237 medidas divididas en ocho bloques, entre ellas, la sensibilización, concienciación y prevención; educar en igualdad y educar a los propios educadores; una guía de buenas prácticas con los medios de comunicación y atención a la infancia y a la adolescencia, ya que, según indicó, más de un 30% de los adolescentes acepta situaciones de control “que son el germen de la violencia de género”.

Camarero recordó que, entre estas medidas, se incluye por primera vez una especial para las mujeres con discapacidad. Para la presidenta de la Comisión de Igualdad del Senado, “es muy importante conocer cuántas mujeres con discapacidad sufren violencia de género, para así saber cómo ayudar a estas víctimas con sus propios medios y utilizar los recursos accesibles y adaptados a ellas para llegar a todas las necesidades”.

Doble discriminación

Teresa Palahí señaló que el 60% de la población con discapacidad son mujeres, con especial dificultad para integrarse en el mercado laboral por culpa de esta brecha de género que, en su caso, también se incrementa por motivo de la discapacidad. “Es una cifra muy importante para que se tengan en cuenta las necesidades, inquietudes y las situaciones que viven las mujeres con discapacidad durante todos los días”, señaló.

Palahí apostó por realizar “actuaciones de concienciación y trabajar por la integración social y laboral de las mujeres con discapacidad y empoderarlas también a través de la alianza con otras entidades, ya que este trabajo se tiene que hacer conjunto”.

Además, animó a toda la sociedad a “contribuir, en la medida de lo posible, a dejar una sociedad más justa donde la brecha de género no tenga posibilidad en ninguna dimensión, que no exista”. “Se trata de un tema muy importante como para que nos lo tomemos en serio y nos pongamos a ello”, concluyó.

Por su parte, Virginia Carcedo se refirió a la doble discriminación que sufren las mujeres con discapacidad, por ser mujeres y por tener discapacidad. “Es este un doble acristalamiento, un doble techo de cristal por el que las mujeres con discapacidad ven limitado su desarrollo profesional”, dijo Carcedo, al tiempo que añadió que se trata de una circunstancia que “distancia a las mujeres con discapacidad del resto de la ciudadanía, influyendo en sus niveles de autoestima y abocándolas en muchos casos al desistimiento”.

La directora general de Inserta aprovechó la ocasión para recordar la campaña ‘Mujeres en modo ON’ que Inserta Empleo ha puesto en marcha para, por un lado, poner en valor el talento y la determinación de las mujeres con discapacidad para no rendirse y, por otro, sensibilizar a la sociedad en general sobre la realidad de este colectivo. “De nada valdría un movimiento femenino en el mundo sin la justica social y la igualdad de oportunidades. Es un reto por el que merece la pena luchar”, zanjó.

Agenda política y discapacidad

Pilar Lima destacó que las mujeres “están marcando la agenda política del futuro de este país y están empezando a asumir el protagonismo que les corresponde”. A su juicio, las movilizaciones del 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer fueron “un hito histórico en este país para conseguir que las mujeres puedan acceder de forma igualitaria a todos los ámbitos de la sociedad: laboral, político, etc.”.

La senadora de Unidos Podemos indicó que la presencia de las mujeres en las instituciones es mucho menor que la de los hombres. “En el Senado ocurre, las comisiones están copadas por hombres y eso interfiere en el salario”, dijo, al tiempo que añadió que, “si en las instituciones existe, qué no va a pasar en el resto de ambientes de la sociedad”. “Por eso siempre hay que hablar de asumir esos retos en nuestras propias casas, en este caso, en los partidos políticos”, adujo.

Según Lima, cada vez más partidos políticos apuestan por la representación institucional de personas con discapacidad. Por ello, animó a estas personas “a que entren y participen en los espacios públicos y consigan copar esos puestos”.

Eduación

En el ámbito de la formación, Mariluz Martínez Seijo apuntó que el papel de la educación es clave para hacer políticas de igualdad. En su opinión, la igualdad entre sexos es uno de los retos a afrontar en el sistema educativo, ya que sigue siendo habitual que los niños “asuman una posición de máximo liderazgo frente a las niñas, que muchas veces parece que están en segundo término”.
La representante socialista, que recordó que la educación ha sido siempre eminentemente femenina a lo largo de la historia, destacó la necesidad de instaurar en los centros educativos los principios de coeducación y de inclusión. “Los centros educativos no deben ser en ningún sentido centros de exclusión, sobre todo en el caso de los estudiantes con discapacidad”, dijo.

Asimismo, afirmó que la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación ha logrado que, a día de hoy, haya en España más tituladas que titulados en todos los niveles educativos. No obstante, apuntó la necesidad de seguir avanzando dentro del sistema educativo para que las mujeres se orienten hacia carreras profesionales más técnicas y que habitualmente se consideran masculinas. “El 57% de las mujeres españolas tiene mayor formación que los hombres, pero sólo el 27% opta por carreras técnicas, lo que influye a futuro en su nivel salarial y en el acceso a puestos de mayor responsabilidad”, concluyó Mariluz Martínez Seijo.

Brecha estructural

Por su parte, Melisa Rodríguez reiteró la importancia de aspirar a un modelo de sociedad en el que no exista la discriminación. “A las personas se nos tiene que valorar por nuestras capacidades y nuestras actitudes. El techo de cristal no tiene que ver con la capacidad, sino con nuestra educación. No podemos ir hacia el futuro si separamos la sociedad entre hombres y mujeres”, indicó.

La portavoz adjunta de Ciudadanos en el Congreso recordó que “una de cada cinco mujeres está por debajo del salario mínimo y hay una diferencia de 6.000 euros anuales entre hombres y mujeres, la mayor parte en puestos cualificados”. En este contexto, Rodríguez se refirió a la que denominó “brecha estructural”, que es previa, está por debajo y contribuye a la brecha salarial. Según explicó, la brecha estructural viene dada porque “no se educa en la corresponsabilidad, en la independencia y en la igualdad real” desde la infancia, algo que influye en el hecho de que todavía haya un mayor número de hombres con mayor antigüedad y mayor remuneración en sus trabajos y las mujeres sigan asumiendo mayoritariamente la carga de los cuidados familiares.

“Tenemos que eliminar ese techo de cristal, acabar con la pregunta de si vamos a ser madres o no, ya que cuando decidimos ser madres lo hacemos con nuestra pareja y no de manera individual. Ese momento es clave para que se abra o se decline la brecha salarial”, concluyó. Este encuentro forma parte de las acciones que está realizando en el marco de los programas operativos de Inclusión Social y de la Economía Social (Poises) y de Empleo Juvenil (POEJ), que está desarrollando Fundación ONCE a través de Inserta, con la cofinanciación del Fondo Social Europeo y la Iniciativa de Empleo Juvenil, para incrementar la formación y el empleo de las personas con discapacidad.

 

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