La emisión de Radio Gaga echa el cierre… por el momento. El espacio de #0 finaliza esta noche su segunda temporada viajando hasta India con una impactante entrega que tendrá a la Fundación Vicente Ferrer como eje central. Eso sí, que los seguidores del programa no sufran: las barbas de Peinado y Burque regresarán con nuevos capítulos, según ha confirmado Movistar.
Benidorm, una residencia para personas sin hogar, una casa para familias con niños con cáncer o un instituto de transtornos alimentarios y de conducta han sido algunos de los escenarios de esta temporada, en la que ambos comunicadores han bajado (aún más) al barro para empaparse de las historias que alberga la caravana. Por allí han pasado decenas de personas para contar sus historias, todas con un denominador común: cuando se lucha juntos es muy difícil perder.
Desde su mirada sin complejos y vitalista, Radio Gaga muestra un mundo desconocido pero cercano, cotidiano y, muchas veces, invisible. Enseña el dolor, el sufrimiento y la desesperación sin un ápice de paternalismo, sin buscar la lágrima fácil ni forzar la situación. Y todo ello, con un envoltorio visual a la altura de las circunstancias, con una elección de planos magistral y una banda sonora a la altura, regalando momentos inolvidables como el final de su visita al centro de transtornos alimentarios, cuando los pacientes se arrancaron a cantar para despedirles.
Sin caer en el exhibicionismo ni en el victimismo, Radio Gaga huye del espíritu Mr. Wonderful y muestra la vida tal y como es, con sus miserias, sus errores, sus pequeñas alegrías y sus inmensas esperanzas. Burque y Peinado, los maestros de ceremonias, se reservan para ellos un papel pequeño pero necesario y logran mantenerse en un acertado segundo plano, haciendo eso que tanta falta hace: escuchar. Ambos unen a la perfección la esencia de la televisión y de la radio, equilibrando la contundencia de la palabra y la magia de las imágenes con una delicadeza absoluta.
Radio Gaga es un conjunto de historias que emocionan, divierten y enternecen, que transmiten un mensaje optimista en tiempos duros. Radio Gaga es pura televisión concentrada en pocos metros cuadrados, sin artificios ni realidades prefabricadas. Radio Gaga se burla del dolor de la mejor manera posible: enfocándolo con una linterna en forma de transistor, derritiendo su oscuridad para que el miedo no parezca tan grande ni con los colmillos tan afilados. Y sí, Quique, estas ondas se merecen un Ondas.
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