El nuevo Gobierno socialista tiene por delante una intensa agenda económica para abordar los importantes desafíos de la economía española. De ello trata el informe “Retos Económicos España 2018”, dirigido por Jordi Sevilla, vicepresidente del área de Contexto Económico de LLORENTE & CUENCA, la consultoría líder de Gestión de la Reputación, la Comunicación y los Asuntos Públicos en América Latina, España y Portugal.
Jordi Sevilla destaca que la agenda económica del nuevo Gobierno está presidida por su europeísmo y por su compromiso con el proyecto del euro, evitando así el efecto contagio que vivimos de los primeros días de la crisis italiana sobre los mercados de valores y la prima de riesgo.
En el informe “Retos Económicos España 18”, realizado en colaboración con cinco expertos económicos, se abordan los principales retos para la economía española: el mercado laboral, la pobreza, las cuentas públicas, el cambio climático y la transición energética y la digitalización de le economía.
En primer lugar, el nuevo Ejecutivo “tiene que hacer frente a las heridas del pasado”, señala Sevilla. Con una de las mayores tasas de paro y de precariedad laboral de la eurozona, será fundamental trabajar con los interlocutores sociales para mejorar las retribuciones y para reducir la temporalidad. Habrá que hacer frente también al déficit público ya que España continúa aún en el Procedimiento por Déficit Excesivo y, aunque los socialistas han asumido el Presupuesto del anterior Gobierno, éste plantea una cifra de déficit que habrá que supervisar. Por último, y como gran herida del pasado, destaca la pobreza. “La creación de un Comisionado especial contra la pobreza infantil que dependa directamente del presidente es un buen camino”, concluye el vicepresidente de Contexto Económico en LLORENTE & CUENCA.
En segundo lugar, España debe ganar el futuro en, al menos, dos aspectos clave en los que están trabajando ya todos los países: la lucha contra el cambio climático y la transición energética y la agenda digital y el impacto de la robotización y de la inteligencia artificial.
El nuevo Ejecutivo deberá mantener los actuales ritmos de crecimiento económico (3%) y de creación de empleo (2,6%), en un contexto internacional con bastantes focos de inestabilidad e incertidumbre (proteccionismo comercial, cuestionamiento del proyecto del euro, etc.) y en el que los “vientos de cola” que nos han acompañado en los últimos años (sobre todo precios del petróleo y tipos de interés) ya están comenzando a girar en otra dirección.
A continuación, se resumen los cinco retos para la economía en 2018, elaborados por Valeriano Gómez, exministro de Trabajo; Manuel de la Rocha, economista y Director de Innovación de la Universidad de la Rioja (UNIR); Miguel Marín, Socio Director AEI; Alberto Carbajo, economista e ingeniero de minas; y José Moisés Martín, Consultor y Director General de Red2Red Consultores.
1. Crear más y mejor empleo
El paro está disminuyendo y se está creando empleo. Pero el mercado laboral arrastra importantes problemas como el desempleo de larga duración, la temporalidad, el trabajo a tiempo parcial involuntario, la devaluación salarial o la escasa protección a los parados. 2018 debería ser un año con movimientos para abordar los retos del mercado de trabajo español, en busca de un pacto salarial que ponga freno a la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, nuevas reformas que atajen la precariedad y el subempleo y la mejora de la protección a los desempleados y de las políticas activas de empleo.
2. Reducir la pobreza y la exclusión social
Uno de los efectos de la crisis económica y de las políticas posteriores ha sido el incremento, y la cierta cronificación, de la pobreza y la exclusión social. Gran parte de los ciudadanos han visto disminuir su renta y su riqueza, a la vez que se ha generado un nuevo tipo de pobreza: la de aquellos que, teniendo un empleo, no disponen de los recursos necesarios. La acción pública es más necesaria que nunca para atajar la pobreza en sus distintas vertientes, que afecta hoy en día a gran parte de la sociedad, especialmente a desempleados, niños, jóvenes y gran parte de trabajadores sumidos en la precariedad.
3. Reformar las cuentas del sector públicos
Las medidas de los últimos años, fundamentalmente en forma de recortes en el gasto público, no han conseguido recuperar todavía la salud de las cuentas públicas ni reducir el elevado endeudamiento. España necesita una nueva estrategia presupuestaria que conduzca a un superávit primario para, así, reducir la deuda pública, que es una gran vulnerabilidad de nuestra economía ante nuevos shocks. Además, la nueva estrategia debe enmarcarse en un contexto de debate sobre el sistema de financiación autonómica.
4. Cambio climático y transición energética
España debe actuar para afrontar los retos medioambientales y reforzar la lucha contra el cambio climático en el marco del Acuerdo de París. Las distintas actuaciones pasan por disminuir las emisiones, controlar los residuos, reforzar el papel de los impuestos medioambientales y de las energías renovables y reducir los efectos del cambio climático, pues el aumento de la temperatura del planeta afectará especialmente a países del sur de Europa como España. Distintas medidas ya están sobre la mesa como la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética o la apuesta por la descarbonización de la economía y las energías limpias.
5. Impulsar, de manera inteligente, la economía digital
El cambio tecnológico, la digitalización o la inteligencia artificial son realidades que traen consigo retos y cambios profundos. España debe aprovechar las nuevas oportunidades que surgen cada día generando el clima propicio para su desarrollo. Pero también debe introducir los instrumentos necesarios para afrontar desafíos como la pérdida de puestos de trabajo en sectores tradicionales.