Tras una semana de descanso, La catedral del mar vuelve este miércoles a Antena 3 con su cuarto capítulo. La serie, que se ha destapado como uno de los productos que mejor ha funcionado esta temporada, tiene como protagonista a Aitor Luna, uno de los actores de moda en los últimos años. El intérprete ha concedido una entrevista a prnoticias para analizar su papel en la ficción, la presencia del machismo en la sociedad actual y las complicadas condiciones laborales que sufren los trabajadores de la industria audiovisual.
Luna da vida a Arnau Estanyol, “un emprendedor, un luchador y un encabezonado con los valores, el sentido común y la dignidad”, según sus propias palabras. El joven verá como, tras lograr ser un hombre libre después de desempeñar diferentes trabajos, algunos de sus enemigos urdirán un complot contra él con motivo de su ascenso social.
Uno de los puntos fuertes de La catedral del mar son los escenarios naturales en los que se ha desarrollado el rodaje, lo que al actor le ha supuesto “mucho gusto”. “Ponerte en un decorado real y poder encarnar a un personaje de aquella época tan bien rodeado ayuda un montón”, asegura el intérprete vasco.
Cuestionado acerca de cómo se preparó el papel, Aitor Luna asegura que no tuvo mucho tiempo antes de comenzar a grabar. “Cómo fue tan breve entre que me llamaron para confirmarme que haría la serie y el inicio del rodaje, solo me leí el libro y hablé con Jordi Frades, el director de la ficción”, confiesa, señalando que su personaje ”fue creciendo sobre la marcha, como la catedral, piedra a piedra y escena a escena”.
Otro de los principales temas de serie es el tratamiento de la mujer durante la Edad Media, algo que no ha cambiado todo lo que debería desde entonces, ya que “queda mucha batalla”. “No me cabe en la cabeza que en algunas partes del mundo haya leyes tan severas para con la mujer como las sigue habiendo. Afortunadamente, se va evolucionando, aunque no al ritmo al que se debiera. Estamos en el siglo XXI, las diferencias entre hombres y mujeres deberían haber desaparecido”, asevera.
Pese a ser uno de los actores más conocidos de su generación y tener proyectos a la vista, Luna ha sufrido la incertidumbre que supone la irregularidad laboral que rodea a los actores. “Eso la gente no lo pone en Instagram. Desgraciadamente, solo el 8% de la profesión pueden vivir de esto pero bueno, se lleva como buenamente se puede”, finiquita.
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