Google anuncia el lanzamiento de Google Home hoy en España
Este año se venderán 56 millones de asistentes domésticos, una nueva categoría de dispositivos que quieren cambiar la forma de usar Internet
Por José Muriel, Account Director de la agencia Canela PR
Los fabricantes tecnológicos se han sacado de la chistera un nuevo gadget tecnológico que aspira a convertirse en el centro del hogar: los home assistants o asistentes domésticos. Son dispositivos similares a un altavoz, que incorporan conexión a Internet y asistentes virtuales con los que es posible realizar una gran variedad de tareas únicamente con la voz: consultar mensajes, buscar información online, reproducir música o controlar otros dispositivos del hogar.
Se trata de un mercado sumamente apetecible: en 2018, la consultora Canalys estima que se venderán 56 millones de home assistants en todo el mundo. Por esa razón, los principales fabricantes tecnológicos se han embarcado en una dura competencia para imponer sus plataformas. Pero… ¿hasta qué punto estos dispositivos cambiarán la forma de usar Internet?
La pugna entre Amazon, Google y Apple
Ayer, Google anunció el lanzamiento de Google Home en España, la gama de home assistants que la empresa del buscador lanzó en 2016 y que está ganando terreno rápidamente gracias a un precio muy competitivo (desde 49 euros). Otra ventaja es la integración de Google Home con el ecosistema de aplicaciones de Android, con otros gadgets de la compañía (Chrome Cast) y con Nest, su filial de domótica. Google asegura que, desde su lanzamiento, ha vendido un dispositivo Google Home cada segundo y la consultora Loap Ventures estima que en cuatro años será el líder del mercado.
Aunque todavía no está disponible en España, actualmente, el líder de este mercado es Amazon Echo, la familia de home assistants lanzada por el gigante del comercio electrónico en 2015 y que prácticamente inventó esta categoría. Según los analistas, Amazon Echo está presente en el 10 % de los hogares de Estados Unidos. Además de las funciones habituales, como escuchar música, navegar por Internet hablando con el asistente Alexa, etc., Echo también permite hacer compras en Amazon solo con la voz. Para consolidar su liderazgo, la empresa de Jezz Bezos ha creado media docena de modelos de Echo e incluso planea lanzar un robot doméstico basado en esta tecnología. Se comenta que el asistente podría lanzarse en España el próximo Prime Day, el día de ofertas especiales para los clientes de Amazon con suscripción.
Por su parte, Apple entró en 2017 en este segmento con el lanzamiento de Apple HomePod, un altavoz inteligente con funciones de home assistant con el que la marca de la manzana afirma haber “reinventado la música en el hogar”. Como suele ocurrir con los productos de Apple, HomePod es más moderno, elegante y potente que sus rivales. Además, incorpora el asistente Siri, seguramente el más avanzado de su clase. Pero tiene el inconveniente de que cuesta hasta tres veces más que sus competidores y solo se integra con productos de Apple. Estas desventajas han hecho que las ventas del HomePod estén por debajo de lo previsto.
Una nueva forma de usar Internet
A pesar de los esfuerzos de los fabricantes, por el momento la experiencia de usar un home assistant es parecida a la de manejar un smartphone o tablet con un asistente de voz. Puede resultar cómodo para algunas tareas y sumamente frustrante en otros casos. Por ejemplo, si queremos buscar un restaurante, es más eficiente mirar una lista de resultados en la pantalla de un dispositivo móvil que escuchar una voz recitando una larga letanía de establecimientos.
Sin embargo, lo realmente importante de esta novedad es que los home assistants llevarán la inteligencia artificial al corazón de nuestros hogares y la conectarán con los demás dispositivos inteligentes, así como con otros aparatos del hogar mediante la domótica. De hecho, hoy en día ya podemos disponer de muchos gadgets de este tipo en nuestros hogares, desde un robot de limpieza avanzado hasta un termostato inteligente como tadoº. Esto puede suponer el impulso definitivo al Internet de las Cosas, siempre que los fabricantes se pongan de acuerdo en un estándar que permita la interoperabilidad entre distintas plataformas.
Los asistentes domésticos también pueden imponer la victoria definitiva del SEM sobre el SEO y los otros formatos de publicidad online. Buscar en Internet con la voz se parecerá mucho al extinto botón “I’m feeling lucky” de Google: el primer resultado de búsqueda (o el que promocione el buscador) se llevará todo el tráfico, mientras que los demás resultados serán invisibles (inaudibles) para los consumidores… ¡a menos que paguen por salir los primeros!
Así mismo, los home assistants tienen el potencial de proporcionar un mayor nivel de personalización en la navegación por Internet y el uso de los servicios digitales. Es previsible que la voz de cada usuario se convierta en su credencial biométrica de acceso a un mundo de ofertas digitales que estarán adaptadas a cada perfil (mamá, papá, hijos, etc.).
Todo esto obligará a las marcas a idear nuevos contenidos de marketing adaptados a la navegación mediante la voz. Compañías como Purina o Domino’s Pizza ya han alcanzado acuerdos con Amazon para crear chatbots comerciales basados en el asistente Alexa que permiten hacer preguntas sobre el cuidado de las mascotas o encargar una pizza, con la voz.
Por supuesto, colocar un dispositivo de este tipo en el centro de cada hogar también plantea muchos interrogantes relativos a la privacidad y la seguridad. ¿Qué garantías tendremos de que un hacker, o incluso el propio fabricante, no esté “espiando” a través del home assistant todo lo que se dice en el hogar, ya sea para robar información o sugerirnos alguna compra?
Los profesionales del marketing y la comunicación deberemos seguir atentamente la irrupción de esta nueva categoría de dispositivos y empezar a pensar cómo adaptar las campañas de nuestros clientes a las nuevas interfaces de voz. Con Amazon Echo, Google Home y Apple Homepod, ya no bastará con que los contenidos de marketing estén correctamente escritos y presentados en la pantalla… ¡también deberán “sonar” bien cuando se escuchen en voz alta!