El Museo Tiflológico de la ONCE ha realizado, por primera vez, un recorrido protagonizado por algunas de las maquetas de carácter religioso que expone en sus salas. Esta actividad, en la que han participado personas ciegas y videntes, supone una forma diferente de conocer estos edificios y la religiosidad que emanan y les rodea.
Este recorrido por las maquetas religiosas del Tiflológico forma ya parte de las actividades que ofrece el museo, y podrá realizarse en visitas en grupo, con un mínimo de 10 personas. El periplo religioso se complementará con otros, como el relacionado con la Literatura, que el Tiflológico está preparando para próximas fechas.
En este recorrido religioso se pueden ver y tocar 15 maquetas y un cuadro en relieve que lo componen.
La maqueta de la Ciudad de Jerusalén reproduce el conjunto de la ciudad antigua cercado por las murallas. La de Santa Sofía de Estambul muestra el edificio principal, con ábside y nartex, el baptisterio, la tesorería y los cuatro alminares de la mezquita turca. La Iglesia de San Pedro de la Nave (Zamora), de planta de cruz latina, es uno de los escasos ejemplos conservados de arquitectura visigoda.
La maqueta del plano de Toledo es otro de los puntos de este recorrido, al igual que la Mezquita-Catedral de Córdoba, cuya maqueta reproduce los diferentes elementos constructivos empleados en el edificio original. San Martín de Frómista es también parte del periplo, aunque su maqueta no está disponible por encontrarse fuera del museo. Ávila y su maqueta de la ciudad, también está presente en el recorrido.
Por su parte, la maqueta de la Catedral de Santiago de Compostela permite apreciar en toda su grandiosidad el conjunto de la catedral. Y la de la Torre de Pisa permite al visitante, al tacto y a la vista, apreciar la característica más conocida de este monumento: su inclinación. La Catedral de Burgos es otra de las maquetas que componen este recorrido religioso, y muestra la evolución del estilo Gótico Clásico del siglo XIII, hasta elementos flamígeros de fines del XV.
Dos monasterios forman parte de este periplo religioso por el Museo Tiflológico. La maqueta del Monasterio de Yuste, en la que el visitante puede reconocer con facilidad las dependencias que forman el conjunto: la iglesia, el palacio de Carlos V, los dos claustros y la hospedería. Y el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, cuya maqueta reproduce todo el conjunto, con su subdivisión en patios, y la gran cúpula de la iglesia presidiéndolo.
También forma parte de esta actividad la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, que presenta una policromía de seis tonos básicos mezclables entre sí, que mantienen la fidelidad de los colores originales del edificio. El Templo de la Sagrada Familia muestra el estado del monumento en 1987, fecha de realización de la maqueta. El listado de maquetas lo cierra el Kremlin de Moscú y la Catedral de San Basilio, que engloba diversas construcciones de tipo religioso y administrativo.
El recorrido lo completa la reproducción en relieve del cuadro ‘San Sebastián curado por las santas mujeres’, de José de Ribera, ‘El Españoleto’.
El Museo Tiflológico de la ONCE
El Museo Tiflológico (http://museo.once.es) es un espacio accesible a todos los públicos, donde se emplean, como canales de entrada de la información, el tacto y el oído, junto al tradicional de la vista. En sus salas se muestran cuatro colecciones: la de maquetas de monumentos arquitectónicos, la de obras de artistas con discapacidad visual grave, la de material tiflológico y la de libros en braille y otros sistemas de escritura anteriores a la creación de la ONCE.
Se inauguró el 14 de diciembre de 1992 y es un espacio concebido para que sus visitantes puedan ver y tocar las piezas expuestas, aunque lo que realmente lo hace original y único es el hecho de ser un museo que nace por decisión de sus usuarios y diseñado por estos a la medida de sus necesidades.
En él se exhibe el patrimonio cultural de la ONCE y se desarrollan los programas de exposiciones temporales de obras de artistas ciegos y de extensión museística a través de la exposición itinerante de sus fondos. El objetivo es promocionar y satisfacer las necesidades culturales de las personas con discapacidad visual grave, así como servir de escaparate a los esfuerzos de integración y normalización perseguidos por la ONCE.