Todavía no se ha cumplido un año desde que Juanma Trueba y el resto de fundadores de A la contra presentasen su proyecto en común. En octubre, nacía el proyecto en el que cuatro excompañeros del diario AS se atrevían con un nuevo diario digital en el que no sólo cabía el fútbol; también había sitio para la música, el cine o la gastronomía.
Nueve meses después de la presentación en sociedad de A la contra, tres fundadores del proyecto han denunciado a Juanma Trueba y han anunciado que el pasado mes de abril rompieron relaciones con el periodista y con el medio que ellos mismos fundaron. Los motivos han sido la falta de acuerdo con la gestión empresarial del diario digital y el reclamo de los pagos que la empresa tiene con ellos.
Ninguno de los tres fundadores han cobrado ninguna de las nóminas desde la creación de A la contra y han tomado la decisión de interponer una demanda por vía laboral contra Juanma Trueba después de que éste se haya negado a negociar con ellos de forma amistosa. Las relaciones se rompieron hace cuatro meses, poco después de que A la contra pasase a formar parte de El Independiente.
La mala gestión de A la contra desencadena la renuncia de tres de sus cuatro fundadores, que cargan contra Trueba
Fermín de la Calle, Carlos García Izquierdo, Óscar García y Marcos Basadre –único de los demandantes que no es fundador- piden a Trueba los pagos de las nóminas que tienen pendientes –no han cobrado nunca- y que aseguran, no son grandes cantidades, tal y como habían acordado tras los comienzos de A la contra.
Además, estos tres periodistas, aseguran que no son ellos los únicos que no han cobrado por sus servicios. Los colaboradores de este periódico digital tampoco vieron remuneradas sus colaboraciones. Por este motivo, muchos de ellos han seguido los pasos de los tres fundadores del periódico digital y han abandonado sus colaboraciones con el periódico del que Juanma Trueba es responsable.
A pesar de haber interpuesto una demanda por vía laboral contra Juanma Trueba, los tres periodistas no pierden la esperanza en solucionar el problema de una forma amistosa. Por este motivo, no cierran las puertas a retomar las conversaciones privadas y llegar a un acuerdo ajeno a la vía judicial.
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